A vivir que son dos díasLa píldora de Tallón
Opinión

Absolutamente ni fu ni fa

"Quién haría una lista con las cosas más corrientes, con eso de lo que casi es imposible acordarse porque se impregnó de un anodino y tristemente célebre color gris. Lo modesto no se deja atrapar, rehúye la precisión"

Absolutamente ni fu ni fa

Galicia

Los años tienen sus trámites, sus matracas, rituales con los que cumplir para gastar las toneladas de confeti que previamente alguien fabricó. Entre esos momentos estelares e impostados están siempre las listas que destacan lo mejor y a veces lo peor. Nunca, sin embargo, lo regular. Ay, lo regular, pasable sin más, con lo que no te tronchas, que no resulta absolutamente horroroso, pero desde luego tampoco sublime. Quién haría una lista con las cosas más corrientes, con eso de lo que casi es imposible acordarse porque se impregnó de un anodino y tristemente célebre color gris. Lo modesto no se deja atrapar, rehúye la precisión. Pero si lo pensamos, ese millón de cosas que no sabríamos destacar, que no merecen un recuento, que caen a martes, a jueves, a domingo, aunque también a lunes, a sábado, incluso a miércoles, llenan las horas, los meses. No atraen la atención de nadie, pero sustentan la vida de cualquiera. En esas jornadas carentes de sustancia te pones una camisa y a las tres horas descubres que tiene una mancha, o coges siete semáforos seguidos en rojo, o comes espaguetis recalentados, o abollas el coche, o tienes a veinte personas por delante en la pescadería, o estás toda la mañana esperando al fontanero y no aparece, o apruebas el carné de conducir a la cuarta, o te toca el reintegro, o te hacen una endodoncia, o el zapato te roza, o el jefe te ignora, o te cae una multa, o te felicitan el cumpleaños a las once de la noche, o no tienen talla del abrigo que te gusta, o te suben el alquiler, o el tomate te sabe a pared de hospital. Es decir, la vida cuando se barre el confeti del suelo