Los ojos azules no existen: el fenómeno físico que afecta a tu mirada y también al cielo
Una mutación genética lo cambió todo
Los ojos azules no existen: el fenómeno físico que afecta a tu mirada y también al cielo
Madrid
Seguro que alguna vez te has preguntado por qué vemos el cielo azul. Sobre todo si eres un entusiasta del universo y te encanta saber qué es lo que pasa más allá de nuestro planeta. Porque, en cuanto abandonamos la atmósfera terrestre, ese azul celeste se torna un negro de lo más absoluto que nos acompaña en la inmensidad del universo. Y la respuesta a esta pregunta la encontramos, como no podía ser de otra manera, en la ciencia. Así nos lo ha explicado la divulgadora científica Andrea Danta, quien nos ha hablado acerca de la dispersión de Rayleigh y cómo nos afecta en nuestro día a día.
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Todo ello en una nueva entrega del programa Serendipias, en la que nos ha explicado la ciencia detrás de este fenómeno: "Esto ocurre cuando la luz del sol atraviesa la atmósfera, que es una capa compuesta por aire. Al chocar con partículas muy pequeñitas como el nitrógeno o el oxígeno, que son mucho más pequeñas que la longitud de onda corta, la luz no se absorbe ni se emite, sino que se dispersa. Y se dispersa en todas las direcciones posibles. De aquí que podamos percibir el color azul en todo su esplendor a pesar de que el cielo no sea realmente azul.
La dispersión de Rayleigh lo cambia todo
En ese momento, Ignacio Crespo ha confirmado las palabras de Andrea Danta y ha ido todavía un paso más allá: "Claro, porque el azul nos va a venir desde cualquier punto de la atmósfera. Pero, para ver otros colores, tenemos que mirar directo a esa fuente que sería el sol". De esta manera, la dispersión de Rayleigh afecta al color del cielo de la misma manera que afecta a los ojos azules o al color azul del mar. Porque no, no tiene nada que ver con el reflejo, como nos decían, sino a este fenómeno de la naturaleza.
Entonces, ¿no existen los ojos de color azul? Aunque los veamos de ese color, el pigmento azul como tal no existe en los ojos. Es decir, no tenemos una "tinta azul" dentro de los mismos. Los vemos azules porque la luz entra, choca contra las estructuras del iris y la luz se dispersa hacia fuera mientras que el resto se absorbe. Por lo tanto, estamos hablando más de un truco de la luz que de un color químico real como el marrón o el verde, que en esta ocasión sí que tienen melanina.
Los ojos azules no existen
El iris del ojo humano está compuesto de dos capas principales. Por un lado, el epitelio y, por el otro, el estroma. En los ojos marrones, el estroma tiene mucha melanina, un pigmento que se encarga de absorber la luz y que muestre el color marrón real del pigmento. Pero, en los ojos azules, el estroma no tiene pigmento y es completamente traslúcido. De esta manera, y al igual que pasa con el cielo, la luz choca contra las fibras del estroma cuando intenta atravesar el iris y se dispersa.
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Por lo tanto, la luz azul se dispersa mucho más que la roja y rebota hacia fuera, reproduciendo este mismo efecto que el del cielo. Pero no siempre fue así. Hace miles y miles de años, todo el mundo tenía los ojos de color marrón. Sin embargo, una mutación genética del gen OCA2, que regula la melanina, apagó la capacidad de producir color marrón en el iris de esa persona y esta mutación ha llegado hasta nuestros días. En definitiva, el color azul llegó a nuestra vida por casualidad gracias a una mutación genética de lo más singular. Una mutación que se ha mantenido hasta nuestros días, donde son cada vez más las personas con esta tonalidad de ojos.
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto de vista. En sus reportajes trata de mostrar el futuro que viene haciendo hincapié en temas como la sostenibilidad o el medioambiente, entre otros. También he hecho podcast como 'Cacharradas', streams en nuestro canal de Twitch y vídeos en TikTok.