Hay un error que muchos cometen al tomar suplementos de vitamina D
Es un micronutriente esencial, pero hay que tener mucho cuidado

Suplementos de vitamina D / Peter Dazeley

Uno de los elementos esenciales para nuestro organismo es la vitamina D. Sus funciones no se limitan al desarrollo y mantenimiento de los huesos, como podemos pensar de primeras, sino que también previene enfermedades cardiovasculares, infecciones e incluso algunos tipos de cáncer, así como contar con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras que refuerzan el sistema inmune, las funciones musculares y la actividad de las células cerebrales.
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Este nutriente se obtiene a través del consumo de algunos alimentos y se activa con la exposición solar, la cuestión es que cada vez hay más personas con problemas con esta vitamina. Los expertos internacionales alertan de que esto está volviéndose cada vez más común en la población infantil, mientras que los datos generales en nuestro país muestran que un 60% de los adultos y alrededor de un 80% de los mayores tiene déficit, siendo más propensas a ello las personas celíacas, algunas con tratamientos específicos, las que tienen sobrepeso, las que sufren insuficiencia renal y las embarazadas.
Es por ello que suele insistirse en la importancia de proporcionar al cuerpo un suplemento para paliar las bajas concentraciones. Sin embargo, hay que tener cuidado con su reemplazo, porque aunque es muy importante complementar la vitamina D, se cometen varios errores que pueden traer problemas serios si con el paso del tiempo no se atajan convenientemente.

La vitamina D, un regalo del sol
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Errores con la vitamina D
Según la web Kaniza Mediahaz, tomar vitamina D cuando los niveles de vitamina K son inadecuados puede llegar a ser peligroso. Esta última es primordial para el calcio de los huesos, mientras que un consumo elevado la D puede derivar en el aumento excesivo del calcio en la sangre, provocando lo que se llama hipercalcemia, algo que mantenido en el tiempo puede fomentar el desarrollo de enfermedades cardíacas y aterosclerosis.
La vitamina D es liposoluble y el organismo la almacena, por lo que hay riesgos de acumular demasiada. Los expertos recomiendan una ingesta diaria de unos 1.500 o 2.000 unidades internacionales (UI), siendo el máximo de 4.000. Así, una sobredosis podría ocurrir con consumos sistemáticos de 10.000 UI, aunque con un exceso de entre 4.000 y 5.000 al día durante años también provocaría desajustes en el calcio del torrente sanguíneo con complicaciones y síntomas de intoxicación que provocan esta sintomatología:
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de apetito
- Sed excesiva
- Micción frecuente, orinar en grandes cantidades
- Debilidad general
- Dolores de cabeza frecuentes
- Nerviosismo constante
- Problemas renales, como cálculos renales, daño renal o incluso insuficiencia renal