Este es el motivo por el que debemos alarmarnos si el agua del mar es demasiado azul
Lo que parece una estampa llena de belleza es indicativo de algo muy peligroso

Océano azul / Jason Hosking

Cuando pensamos en un oasis paradisiaco nos imaginamos playas de arena fina y agua cristalina o de un azul muy intenso. Esto queda muy bien para hacer fotografías dignas de ser fondo de pantalla de cualquier dispositivo, pero lo que nos dice la ciencia es que un mar u océano demasiado azulado puede ser una mala señal, un indicativo de que algo no marcha bien y que tenemos que ponernos alerta ante los cambios que están sucediéndose. Y es que no es ningún símbolo de pureza y belleza natural.
Lo que realmente nos está dejando ver es que el ecosistema marino está en riesgo. Y es lo que está ocurriendo, puesto que varios investigadores han observado este fenómeno curioso en algunas regiones del planeta. Como explican en Libero Tecnología, el agua del mar no es una entidad estática y "su color varía en función de la presencia de partículas, organismos vivos y, sobre todo, de la forma en que la luz solar interactúa con la superficie", y en este momento los efectos del calentamiento global y el derretimiento de los glaciares son los causantes de esta transformación.
Escriben en el medio italiano que "bajo el hielo, las aguas permanecen más frías porque la superficie congelada refleja gran parte de la radiación solar", lo que es conocido como efecto albedo, la capacidad de una superficie para reflejar la luz. Cuando esas capas sólidas desaparecen y pasan a estado líquido, absorben más de las longitudes de onda roja y verde, "dejando predominar la radiación azul". Por lo tanto, un mar más azulado "se convierte en un indicador silencioso pero poderoso de la crisis climática, revelando cambios profundos en los ecosistemas marinos en riesgo".

Las consecuencias del cambio climático que ya son una realidad
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Luz, fotosíntesis marina y desequilibrio
Con el cada vez más acuciante derretimiento de los glaciares, el equilibrio óptico del agua de ve alterado y cambia la distribución de la luz en la zona eufótica, que es "la banda oceánica donde tiene lugar la fotosíntesis". Comentan en Libero que "esta luz, una vez filtrada a través del hielo y la nieve, ofrecía anteriormente un espectro de colores más amplio y equilibrado. Hoy en día, con el retroceso del hielo, en el océano predomina la radiación azul, que pasa mejor por el agua pero es menos útil para muchos organismos fotosintéticos".
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¿Las consecuencias? Un impacto tremendo en la fotosíntesis marina, porque los principales organismos fotosintéticos de los ecosistemas marinos polares, las algas microscópicas, dependen de un espectro lumínico concreto y la radiación azul es menos adecuada para ellos, lo cual provoca "una reducción de la eficiencia fotosintética y una caída de la productividad biológica". Pero su impacto es mucho mayor del que cabría esperar, porque "esto compromete la cadena alimentaria marina y reduce la capacidad de los océanos para absorber dióxido de carbono, amplificando el efecto invernadero".
De esta forma, que mares y océanos sean ahora más azules lo que nos revela es la "desaparición de la vida marina microscópica". En el artículo explican que "con menos plancton y algas fotosintéticas, se reducen los pigmentos y las partículas que normalmente absorben o reflejan la luz", dando como resultado aguas más claras, pero también más pobres en vida. Hay menos alimento para peces, cetáceos y aves, contribuyendo al comprometimiento del clima global también.
"Las microalgas contribuyen a la producción de oxígeno y al ciclo del carbono, absorbiendo CO2 de la atmósfera. Su declive debilita uno de los reguladores naturales más importantes del clima de la Tierra". De esta forma, Libero Tecnología, haciendo referencia a lo que advierten los expertos, afirma que "el color cada vez más azul del mar es una señal concreta del cambio climático y sus consecuencias sobre los ecosistemas marinos. Lo que parece una transformación puramente estética esconde en realidad un urgente problema medioambiental". Un coste muy alto en cuanto al delicado equilibrio regulador de la vida en nuestro planeta que se esconde tras un agua azul fascinante.




