Un perro irrumpe inesperadamente en el campo y muestra a los presentes cómo jugar a fútbol
Cuando el partido estaba a punto de acabar, apareció el peludo espontáneo

Perro jugando al fútbol / Mordolff

Cuando salen espontáneos a los terrenos de juego durante la práctica de algún deporte, saltan las alarmas. Normalmente suelen ser aficionados que quieren hacerse alguna fotografía o conocer a sus ídolos, pero también cabe la posibilidad de que hayan ideado esta acción para lanzar algún mensaje reivindicativo o político y, en el peor de los casos, que busque agredir a alguien, por eso se extreman las precauciones desde la seguridad de estadios y pabellones.
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Casos hemos visto muchos, pero no solo de personas, sino que algunos animales se han aventurado a dar el salto. Seguro que has visto más de un vídeo de perros entrando en el campo de algún partido de fútbol y se han dado un paseo o directamente han agarrado el balón para jugar con él. Por ejemplo, hace unos años ocurrió durante un encuentro de la de la segunda división turca entre el Fatih Karagümrük SK y el Giresunspor.
Un espontáneo peludo apareció a toda velocidad en el verde y robó el balón ante la atónita mirada de los jugadores. El can no paraba de correr, lo condujo por todos lados y aunque lo intentaron sacar varias veces, volvía a entrar en el campo. Después de unos largos y cómicos minutos, el animal se cansó y pudieron llevárselo para que se reanudase el duelo. Pues bien, como decimos no es un caso aislado y recientemente ha vuelto a ocurrir algo parecido, esta vez en Kazajistán.
El perro futbolista
En la web Sport Inside se hacían eco de lo que pasó durante el transcurso del partido correspondiente a la jornada 16 de la Premier League de Kazajistán que medía al Zhenis y al Zhetysu. Fue hacia el final de encuentro cuando sucedió el hecho inesperado para todos, un perro apareció para intentar poner la calidad que tenía en sus patas y en su hocico al servicio del respetable que estaba viendo la contienda en las gradas. Sin duda, un momento que será recordado.
El animal entró corriendo al campo, se llevó la pelota y empezó a jugar con ella. El árbitro intentó disuadirlo con su silbato, pero este no hacía ni caso a los sonidos o los llamados de los allí presentes, sino que logró hacerse con el esférico mientras los protagonistas del encuentro miraban cómo se desenvolvía. Después de unos momentos de gracia, la Guardia Nacional consiguió que el perro saliera del campo y se pudieron disputar los últimos minutos del partido.




