La lucha de Radoslav, búlgaro navarro, por mantener los apellidos de su hijo

Radoslav Davidov es de origen búlgaro, aunque lleva más de dos décadas trabajando y creando empresas en nuestra comunidad. Más allá de su agitada vida laboral y empresarial, ahora está sumido en una lucha por mantener los apellidos que tiene Antonio, su hijo de 15 años, al que la familia quiere tramitar el DNI español. Davidov ha contado a la SER que en el Registro Civil le dicen que la normativa española obliga a que uno de los dos apellidos necesarios para cualquier ciudadano español, derive de la madre. Y no es este el caso de Antonio. De hecho, en Bulgaria solo es necesario un apellido, pero la familia, al llegar a vivir a España, adoptó un apellido más, proveniente de la familia paterna, y no de la materna, lo que ahora complica los trámites.

Sin embargo, la indignación de Radoslav no proviene tanto de la legislación aplicable, sino de un agravio comparativo. Enseña a este redactor una fotografía de un DNI expedido sin problemas. Es el del hijo de su hermano, el primo de Antonio. A él, en una situación idéntica, no le han puesto pegas. Él tramitó su DNI en el juzgado de Aoiz. ¿Por qué dos situaciones iguales se tratan distinto dependiendo si se tramitan en el Registro Civil o en los juzgados de Aoiz? Radoslav Davidov no lo entiende.

Asegura que en el Registro Civil le han dado la opción de cambiar el apellido para atenerse a la legislación y tramitar el DNI, y luego volver a cambiarlo. También le dicen, asegura, que se vaya a hacer el trámite al juzgado de Aoiz, si cree que ahí no le van a poner impedimentos. Pero Radoslav Davidov dice que no quiere ahorrarse trámites, que la suya es una lucha de principios, y que lo que quiere es que le digan por qué lo que vale en un sitio no vale en otro. Para encontrar esa respuesta ha contratado los servicios de una abogada. Su lucha, insiste, continúa.

Las respuestas del experto

La Cadena SER ha preguntado sobre esta cuestión al experto en Derecho Registral Martín Corera. Según Corera, la legislación española es clara y considera el asunto de los apellidos "de orden público", es decir, innegociable. Dicha legislación exige para cualquier ciudadano español la inscripción de dos apellidos, y además que uno de ellos derive del padre y el otro de la madre. Es decir, este segundo punto obligatorio no se cumpliría en el caso de Antonio, hijo de Radoslav.

De esta manera, Corera considera que las exigencias del Registro Civil sobre cambio de algún apellido se ajustan a la legalidad, y que el hecho de que no pasara lo mismo en los juzgados de Aoiz puede ser debido a un error, y nunca -asegura- a discrepancias sobre la aplicación de la ley, ya que esta es meridiana.

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Radoslav Davidov expresaba su inquietud por el hecho de que su hijo, que ha mantenido hasta ahora unos apellidos que se ajustaban a la legislación búlgara, deba tener ahora otros ajustados a la legislación española, y eso cause problemas administrativos o legales. Corera asegura a la SER que para evitar esos problemas se puede realizar una "anotación" en la partida de nacimiento en la que figuren las dos configuraciones y las relacionen con la misma persona.