El peligroso mensaje del populismo xenófobo

Qué fácil es caer en la tentación de usar la inmigración como argumento con fines electorales. Lo hemos visto en Europa, Italia y Francia, y lo seguimos viendo en España. El PP catalán va, de momento, a la cabeza. No en vano, es en Cataluña donde se sitúan los primeros comicios electorales, el 28 de Noviembre.

Hoy el presidente del grupo popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, vuelve a señalar a los inmigrantes como los responsables del colapso de la sanidad pública. Propone que se limite su acceso a ella porque dice que, actualmente, los inmigrantes están abusando del sistema.

Le da igual al PP que todos los informes y encuestas hechos públicos hasta ahora demuestren lo contrario. Saben que el discurso populista y racista cala en un sector de la población, y se apuntan a él sin ningún rubor. Claro, que tienen coartada. La actitud de la Unión Europea en esta materia sigue sonrojándonos. Lo vimos con el episodio de la expulsión de los gitanos rumanos de Francia, y lo vemos ahora con la intención de los veintisiete de penalizar a los grupos de migrantes itinerantes que aprovechan la directiva de libre circulación para delinquir. Así lo dice Bruselas haciendo suya, por primera vez, esa peligrosa asociación de inmigración y delincuencia.