Hipoteca: Un abogado tocando las narices
Y no solo pienso en los privilegiados “bancarios” que se han llevado millonarios “despidos” con los que se podrán reir de la crisis desde cualquier playa del Caribe sin pensar en esos clientes que tienen amenaza de embargo de sus casas por no poder pagar sus hipotecas; pienso en todos los directivos de la banca que nos han llevado a una ruina mundial, algunos – como en un informe que vi el otro día – que se compraban aviones como nosotros entradas de cine…
Por eso me gusta resaltar la historia de un abogado, Rafael Mayoral, asesor de asociaciones de inmigrantes y de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, que busca culpables en la banca; los que concedieron hipotecas basura a familias que ahora están más fuera que dentro de sus casas. Asegura que se ha engañado a muchas familias con todo tipo de “técnicas”, alguna tan simple como bombardearles de papeles que creó en ellos una gran confusión y que terminó consiguiendo su objetivo: la firma de unos créditos que alguien les debería haber avisado de que quizá nunca podrían pagar. Pero el negocio estaba en vender como fuera.
Se dieron seguros de vida para poder conceder créditos hipotecarios a enfermos sin que hubiera el más mínimo control sanitario… Ahora se debate sobre las “hipotecas-basura” y si estas podrían llevar aparejada la palabra ”estafa”.
El caso es que Mayoral, osado entre los osados, ya ha presentado tres denuncias en las que hace acusaciones “por acción u omisión” a “todos los eslabones de las tramas”, a las que no se escapan los propios directores de las sucursales. Mantiene que ha habido muchas cosas ”extrañas” en la concesión de muchas hipotecas, valoraciones “sospechosas” de pisos para poder dar hipotecas, mucha falta de información, informaciones sesgadas, ocultaciones y que alguien tiene que pagar por esto. Entre otras cosas, porque esos créditos que nunca debieron darse – vale, ya se que nadie les puso una pistola en el pecho para firmar – son ahora “la tumba” de miles de familias. ¿Hubo estafa? Los tribunales dirán. Y estos, si las denuncias llegan a buen puerto, me temo que tampoco van a ser considerados con los pobres banqueros…¡Cuánto desagradecido !




