Olivia Newton-John en la Cadena SER: ''Solo veo mis viejas películas por accidente''

El lujosísimo hotel Hassler fue el lugar elegido por el equipo de prensa de 'Una boda de muerte' para las entrevistas con Olivia Newton-John. La mítica actriz de 'Grease' viajó en octubre hasta el Festival de Roma para presentar la cinta junto a su director, Stephan Elliott, muy conocido por dirigir 'Priscilla, la reina del desierto'. Tras una década sin dejarse ver demasiado en el cine, Newton-John regresa con esta comedia irreverente, al estilo 'Resacón en Las Vegas', en la que interpreta a la rica mujer de un poderoso político australiano. Para más señas, es la madre de la novia. Sonriente y sencilla, la también cantante asegura que no se arrepiente de haberse dejado grabar en 'Una boda de muerte' gritando, desmaquillada... e incluso consumiendo drogas.

Olivia Newton-John vuelve a la gran pantalla...

Hice una película el año pasado ['Score: A hockey musical'], pero la de este año ha hecho más ruido...

¿Por qué se embarcó en un proyecto como este?

Leí el guión de 'Una boda de muerte' en un avión, volando de Estados Unidos hacia Australia. Me reí muchísimo en mitad de la noche, con el avión en silencio. Esta película ha llegado en el momento adecuado para mí. Mi vida ha cambiado mucho, muchas veces. Era el momento apropiado y yo estaba preparada...

Esto recuerda al momento en que se metió en la piel de Sandy, en 'Grease'. ¿Qué comparte aquella chica de los setenta con este personaje de 2011?

¿Qué comparte? ¡No te lo voy a decir! [ríe sonoramente].

Bueno, pues recuerda para nosotros cómo era Sandy. ¿Qué había de usted en aquel personaje?

Sandy era una chica de Australia que se veía inmersa en un mundo distinto al suyo, y esa era yo, me veía reflejada en eso. Ella era más bien inocente, y no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, y también me veo muy reflejada en eso. Yo era un poco ingenua, un poco inocente cuando era joven. Tenía 29 años cuando hice la película, pero interpretaba a una chica de 17. Era un personaje cómodo para mí en su vertiente más tímida, y en su otra vertiente [la más canalla], que nunca había desarrollado de esa manera -aunque creo que hay un poco de ella en cada mujer-, creo que fue una oportunidad retadora. Estaba realmente nerviosa, pero cuando me puse la ropa dije... "¡Oh, me sienta como un guante!".

Y aquella adolescente tímida que se convierte en mujer lanzó su carrera...

En aquella época estaba haciendo country, canciones dulces... Los managers siempre intentan que hagas cosas diferentes, yo era reticente, pero una vez que hice 'Grease' fui capaz de hacer 'Physical', la película hizo que mi carrera evolucionara. De todos modos, yo ya había tenido algunos éxitos, no es que me convirtiese en una estrella de repente.

En 'Grease' descubrimos que no solo interpretaba o cantaba... ¡es que bailaba!

He bailado con dos grandes bailarines, John Travolta y Gene Kelly, así que me siento realmente afortunada. ¡Gene Kelly! Estaba muy nerviosa cuando supe que iba a bailar con él, y di clases de baile durante tres meses. Él dirigió la escena, y quiso hacerla en una sola toma. Eso significaba que si cometía un solo error... Pero fue encantador, fue muy dulce. Creo que no me di cuenta de lo importante que fue aquel baile hasta más tarde, porque bailas y después dices... "¡Oh, Dios mío, he bailado con Gene Kelly!" [bailaron juntos en la película 'Xanadu', de 1980].

Ahora, en 'Una boda de muerte', podremos ver cómo se 'desmelena' en la boda de su hija, cómo se desgañita, e incluso cómo consume drogas. ¿En algún momento le preocupó la imagen de usted que darán esas escenas?

Lo de las drogas me preocupó durante unos momentos, y luego pensé: "¡Dios! ¿Por qué no? Ya no tengo 20 años, ya no tengo 40 años [cumplió 63 en septiembre], maldita sea... ¡Es una comedia!". Nunca he sido como Sandy, y era un papel muy divertido, así que... ¿por qué no?

¿Qué música escucha cuando está de viaje o en casa? ¿Escucha sus canciones?

¿Yo? [responde rotundamente] ¡No, nunca escucho mis propias canciones! Me gusta tener la radio encendida y tratar de ponerme al día, porque me he quedado tan atrás... ya no sé quién es quién. Mi marido y yo ponemos música New Age, que es muy relajante, porque viajamos mucho. Así que cuando volvemos a casa ponemos esa música tan pacificadora, sin palabras, para poder relajarnos y descansar.

¿Y las películas?

¿Mis viejas películas? Solo las veo por accidente. Yo nunca le diría a mi marido: "¡Cariño, ven, mírame!" No, no... [ríe, la conversación está salpicada por sus sonrisas].

Seguro que recuerda cuándo fue la última vez que vio 'Grease' en televisión...

¿La última vez que vi 'Grease'? He visto algunos clips en televisión, pero sentarme y verla entera... Mi marido no vio 'Grease' hasta que nos casamos, ¡no la había visto! Sí, es cierto, porque estaba en el Amazonas, y fue fantástico. Me gusta eso, porque cuando me conoció simplemente me vio a mí. Él sabía que yo era cantante, escuchaba mi música y sabía toda la historia, pero vio la película después.

Es increíble...

Tengo que contar una historia muy divertida. Fuimos a cenar a casa de John Travolta, mi marido iba a conocer a John, y entonces mencionó por casualidad que no había visto la película. John dijo: "¿Dónde estabas, debajo de una roca?". Y él respondió: "No, estaba en el Amazonas". Así que nos invitó a tomar el postre en su avión nuevo, que le acababa de llegar y estaba en su jardín, es magnífico. Así que fuimos al avión y él hizo que pusieran 'Grease' en la televisión. Mi marido pudo verla con nosotros dos. Al terminar, dijo: "Es una buena película". Fue tan dulce...

Es muy conocida su faceta solidaria, sobre todo en Australia.

Estoy construyendo un hospital, se va a abrir en junio del año que viene. El Centro Olivia Newton-John para el Cáncer, y habré estado reuniendo dinero durante 10 años para cuando se abra. Lo importante para mí es que sea un buen hospital para el cáncer, pero también un centro de bienestar, así que cuidará de la persona de forma completa -cuerpo, mente, espíritu- y ofrecerá otras terapias más allá de las terapias del cáncer consideradas como 'usuales'.

¿Hay alguna película en el horizonte?

No, en este momento no. Solo haré películas si son el proyecto adecuado, no solo por 'hacer películas'. Me gusta divertirme, por eso he hecho esta con Stefan. Hago cosas si surgen. Hice una película el año pasado, que era un musical, solo para divertirme, era un proyecto divertido que me puso en marcha de nuevo. Las películas se llevan un gran trozo de tu tiempo... doce semanas... ¡tengo una vida! Y ahora quiero vivir mi vida, si no se trata de algo que realmente me atraiga no quiero renunciar a 12 semanas de vivir en casa.

Entonces, ¿su vida o el cine?

¿Qué es más importante? Mi vida, mi vida con mi marido. Llevamos casados tres años... y hemos estado en casa... dos semanas seguidas, porque hemos estado viajando. Él tiene su negocio, y yo tengo mi carrera y mi hospital, él viene conmigo y yo voy con él, así que doblamos nuestros viajes. Tengo conciertos también, una gira en Australia [en este mes de enero].

Después de una carrera tan larga, ¿sigue pensando que la fama es efímera?

Recuerdo estar en el escenario cuando tuve un gran éxito con 'Physical', y la gente encendía velas, había mucha gente, y me recuerdo pensando... "esto es maravilloso, pero mañana por la noche no seré yo, será otra". Siempre tienes que recordar ser realista, no dejarte llevar por todo eso. Así que todavía estoy sorprendida por poder seguir haciendo este trabajo después de tanto tiempo [ríe]...