Zapatillas que no adelgazan
La frase “nos engañan como a chinos” viene muy a cuento del último caso de publicidad engañosa, que ha obligado a dos marcas de prendas deportivas como Reebok y Skechers a retirar la publicidad con las supuestas propiedades de sus zapatillas. Ayudan a perder peso, fortaleces los músculos de las piernas, reafirman los glúteos, hasta previenen la circulación y ayudan a acabar con la celulitis, reducen el dolor de espalda... Y mucho más. Vamos, unas zapatillas “milagrosas”, casi casi nacidas de un laboratorio farmacéutico.
Bueno pues, precisamente por eso, por “vender” lo que no pueden demostrar, la Comisión Federal de Comercio de EEUU ya puso una cuantiosa multa a Reebok. 18 millones de euros por publicidad poco ajustada a la realidad, y ahora le ha tocado a Skechers, a la que ha multado con 31 millones.
Como nos dijo un experto al que consultamos hace meses en Ser Consumidor, no hay ningún estudio científico que avale estas supuestas propiedades, y los que hay, lo que demuestran es que el consumo de energía y la actividad muscular no es mayor con las “zapatillas milagro” que con cualquiera que nos podamos calzar. Por ejemplo. Con la nueva denuncia, hemos vuelto a consultar a otro experto esta semana, y lo mismo. Siendo muy generosos, por el tipo de suela que llevan, que conlleva cierta inestabilidad cuando se está parado, su uso podría producir “alguna actividad” muscular en determinadas zonas de la espalda. Pero algunos especialistas también apuntan que para algunos otros, como los que tengan escoliosis, podría aumentar el grado de desviación. Es decir, no que el simple uso de algunas zapatillas nos vayan a moldear el cuerpo como si nos machacáramos tres horas diarias en el gimnasio.
El caso es que todas estas falsedades no demostradas, o exageraciones evidentes, permitirá reclamar a los americanos que se creyeron los mensajes y verán como les devuelven el dinero que pagaron por las mismas.
¿Y aquí? Lo de siempre. Mirar para otro lado. Aquí la verdad es que la publicidad de este tipo de productos no ha sido tan categórica, y se han cuidado de “asegurar”, dejando abiertas posibilidades de beneficios para el usuario. No se dice que adelgazan, pero si se deja caer que “ayudan a adelgazar”, como aseguran desde AUC, la Asociación de Usuarios de la Comunicación. Suficiente para que muchos clientes ”piquen”. Esta asociación consiguió que otras zapatillas retiraran un anuncio que prometía lo que desde luego seguramente nunca hubieran podido demostrar.
A mi no me extraña esta actitud pasiva de los responsables de consumo, sobre todo teniendo en cuenta que aquí ni casos más o menos claros de publicidad engañosa han sido “atacados” por quienes tiene competencias: las comunidades autónomas. Basta recordar la situación tan flagrante vivida con las pulseras milagrosas hace muy poco. Aquí las anunciaban como en EEUU, con todo tipo de supuestas propiedades. Hasta que los americanos retiraron su comercialización y los usuarios hasta pudieron reclamar por algo que les prometían con numerosos beneficios cuando en realidad tenían los mismos que generan llevar una cinta en la muñeca. Aquí, ni han podido reclamar los usuarios y las administraciones, salvo alguna rara y casi ridícula excepción, ni tan siquiera “asustaron” a los que las comerciaban. Y eso que sus inventores reconocieron el fraude... Aquí, sigue siendo fácil forrarse a costa del bolsillo de los usuarios. Sin necesidad de ser directivo de un banco en quiebra... Lo dicho, nos engañan como a chinos. O sería mejor decir ¿nos dejamos engañar como a chinos?.




