El editorial de Pepa Bueno: "Entre el cielo y el infierno"

Es lunes 2 de diciembre, cambiamos de mes y comienza la semana del aniversario de la Constitución española en pleno debate sobre si el texto del 1978 se ha quedado viejo. Y sobre todo debate sobre si ahora mismo se darían las circunstancias para pactar una nueva Constitución con el consenso suficiente para que una mayoría de españoles se sintieran vinculados a y por ella. Un debate de fondo que probablemente se habría planteado en España en cualquier caso 35 años después de aprobar aquel texto que nos sacaba definitivamente de la dictadura pero que ahora, en este 2013, está inevitablemente atravesado además por la demanda soberanista que llega desde Cataluña. Hablaremos mucho esta semana sobre si el miedo al cambio o la inestabilidad es un reflejo antiguo superado ya por las nuevas generaciones de españoles o si ese miedo y los intereses de unos pocos deben paralizar el curso de la vida, de la historia, y convertir en intocable la Constitución.

El experto europeista Luuk Van Midelaar sostiene en su libro 'El Paso hacia Europa' que nadie puede pretender, y Europa menos que nadie, un estatus definitivo de felicidad, que tendremos que acostumbrarnos a vivir en la zona intermedia, entre el paraíso de la Europa ideal y el infierno de las guerras. En definitiva...una Europa, (o una España, si nos aplicamos el cuento), en negociación permanente para superar los conflictos, que eso es la política de ella, de la política se espera que sea capaz de actualizar las condiciones de nuestra convivencia.

Eso quieren también los ucranianos, o parte de ellos ..., actualizar-redefinir su papel en el Continente europeo y no se resignan a seguir dependiendo de Rusia como si el muro no hubiera caído en 1989.

A esta hora, parte de los miles de manifestantes acampados en la plaza de la Independencia de Kiev camina hacia la sede del Gobierno. Este domingo, en las calles de la capital, se han vivido enfrentamientos violentos con la policía que dejan al menos 200 heridos, entre agentes y manifestantes. El portavoz del partido de la exprimera minsitra Timoshenko acaba de decir que no piensan tirar la toalla, que piensan mantener la presión hasta que dimita el presidente Yanukovich.