Carlos Gardel, la leyenda y el hombre

Recordamos al 'rey del tango' con la periodista Nieves Concostrina y Horacio Torres, director del Museo Casa Carlos Gardel de Buenos Aires.

Han pasado 78 años desde que la voz de Carlos Gardel (Toulouse, 1890) se apagara. El máximo exponente del tango argentino fallecía en Medellín, Colombia, como consecuencia de un accidente aéreo, dejando tras de sí una carrera de apenas veinte años pero que le encumbraría como mito para las generaciones posteriores.

Empezando por su origen, la vida de 'El zorzal criollo' siempre estuvo rodeada del misterio propio de una celebridad de su talla. La incógnita relativa al lugar de nacimiento de Gardel era una leyenda alimentada por el propio artista, que declaraba ser uruguayo, francés o argentino según el público ante el que hablara y que llegó a poseer hasta tres pasaportes diferentes.

Pero tras su trágica muerte, la partida de nacimiento aportada por su propia madre despejó todas las dudas: Nacido Charles Romuald Gardes en Toulouse, hijo de madre soltera, llegó a Buenos Aires con dos años y medio.

Tras unos inicios profesionales relacionados con el cine y la radio, campos que compaginaría con su carrera como cantante, en 1917 graba por primera vez un tango, 'Mi noche triste', acompañado por el guitarrista uruguayo José Razzano, su pareja artística en los entornos semiprofesionales de los arrabales bonaerenses donde Gardel comenzó su carrera.

A partir de entonces despegaría una de las trayectorias más intensas de principios del siglo XX: más de novecientas grabaciones en las que interpretaría cerca de ochocientas canciones diferentes, tocando, además del tango, múltiples géneros del folclore latinoamericano, como rancheras, milongas, zambas o tonadas, además de canciones tradicionales francesas e italianas y tangos en inglés o incluso guaraní.

Su impresionante carrera musical, más la decena de películas que llegó a protagonizar y un carisma cultivado delante y detrás de los escenarios le convirtieron en "el mejor hijo, el mejor amante, el mejor amigo de todos los porteños", como indica Horacio Torres, director del Museo Casa Carlos Gardel de la capital argentina.

La atracción que desprende la figura de 'El morocho del Abasto' sigue más viva que nunca casi ochenta después de su fallecimiento, levantando las mismas pasiones que en aquellos años en los que interpretaba 'Mi Buenos Aires querido' o 'Adiós muchachos' sobre un escenario o a través de las ondas.

Carlos Gardel es el único cantante contemporáneo aceptado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; además, cada 11 de diciembre, fecha de su nacimiento, Argentina celebra el Día Nacional del tango. Y es que, a día de hoy y en palabras de Horacio Torres, "Gardel representa la idea del inmigrante pobre que viene a hacer las Américas. Es el reflejo de la sociedad argentina".