El Madrid desactiva al Bayern a la contra para acercarse a la final de la Champions

El Real Madrid tiene una gran oportunidad de volver a la final de la Liga de Campeones. Lo hará si logra mantener en Alemania la renta de un gol lograda este miércoles en el Bernabéu en un partido en el que a punto estuvo de ajusticiar al Bayern de Guardiola con esas contras que los blancos saben ejecutar a la perfección. Marcó Benzema, pero a punto estuvieron de hacerlo también Cristiano y Di María. El resultado no es definitivo, pero obliga al Bayern -y a Ribéry y a Robben- a hacer mucho más que lo visto en Madrid. El directo del partido | Las estadísticas

Guardiola se plantó en el Bernabéu dispuesto a imponer su libreto, ese con el que hizo historia en el Barcelona pero del que ya no queda casi nada en el club azulgrana. La receta es conocida por todos: tener la pelota más que el rival, cuidarla, llevarla sin prisas hacia el área rival, acabar con el contrario por acoso y derribo...

La fórmula pareció funcionar al principio. El Bayern embotelló al Real Madrid y el Bernabéu sentía que el gol alemán podía llegar en cualquier momento. Y no porque Casillas se viera en demasiados apuros, sino porque el equipo blanco parecía incapaz de pensar a la vez en defenderse y mirar a la portería contraria.

Hasta que los hechos demostraron una vez más que la posesión no lo es todo, el Bayern solo se acercó dos veces con peligro a la portería blanca. Una, en un disparo a la media vuelta de Robben que se marchó rebotado por la línea de fondo. Y la otra, el remate de Schweinsteiger que paró sin dificultades el capitán del Real Madrid.

El Bayer era dominador, pero forzaba más saques de esquina que paradas del Santo. Porque incluso cuando los alemanes buscaban el tiro, la defensa blanca parecía capaz de contener el peligro. Así ocurrió con un disparo de Kroos que tapó Pepe para evitar que el peligro llegara hasta Casillas.

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Gol de Benzema

Pero como el Real Madrid no es el Chelsea de Mourinho, el equipo blanco no se arrugó pese a no tener la pelota y supo esperar el momento de desatar ese contragolpe mortal que, justo es reconocerlo, supo inculcar el técnico portugués en la casa blanca. Y en una oda a la contra llegó el gol de Benzema. Buen balón en profundidad de Cristiano a Coentrao, que progresó por la izquierda, elevó la cabeza y vio al francés solo en el segundo palo. Bastó con que el 9 del Madrid empujara la bola para que llegara el primer gol.

"El Madrid está lejos de la portería pero cerca del gol", así definía Alfredo Relaño en 'Carrusel Deportivo' la esencia del equipo de Ancelotti. No lo podía hacer de forma más acertada. Porque de ahí -el minuto 20- hasta el descanso, el Madrid pudo hacer otros dos goles mientras el Bayern no paraba de sumar minutos de posesión.

De hecho, Cristiano perdonó el segundo gol cuando no supo culminar una buena contra en la que, de nuevo, el balón vino servido por un irreconocible Coentrao. Entraba con todo al área del equipo bávaro, pero lanzó la pelota arriba cuando parecía fácil batir a Neuer. Algo similar le sucedió a Di María, que se encontró solo ante el portero del Bayern y también elevó la pelota en exceso.

Esos dos latigazos hubieran sido suficientes para sentenciar el partido y la eliminatoria, pero el destino quiso que los blancos no lo tuvieran tan fácil ante un equipo tan difícil como el Bayern, el campeón vigente de la Champions y dominador absoluto (absolutísimo) de una Bundesliga que ganó en el mes de marzo.

Pero al equipo de Guardiola le faltó capacidad para culminar su posesión, como algunos reprochan en Alemania al técnico de Santpedor. En el Bernabéu, el problema pareció más de los jugadores que del entrenador. Y afectó sobre todo a un Ribéry al que no se vio casi en ningún momento.

Porque casi todo lo bueno que hizo el Bayern corrió a cargo de Robben, ese hombre capaz de romper cualquier partido pero que muchas veces desespera por su individualismo. Esta noche, como en la final del Mundial de Sudáfrica, no supo cómo hincarle el diente a Casillas. Y quizá por eso, y por la confianza que le dio a los blancos el marcador, el partido fue cada vez más del Real Madrid.

Quiso sentenciarlo Cristiano antes de marcharse, pero Neuer sacó la bola a córner. Se tuvo que marchar el portugués a 20 minutos del final, evidenciando que no había podido jugar al cien por cien de sus posibilidades. Salió Bale, el héroe de la Copa, en su lugar. También entró Varane por un Pepe tocado. Y en las filas alemanas Guardiola retiró del campo a la sombra de Ribery, Rafinha y, como decía Luis Aragonés, al rubio que se calienta -Schweinsteiger-, para que Javi Martínez, Götze y Müller enderezaran el rumbo del encuentro.

Lo intentaron en la recta final del encuentro sabedores de que un gol en el Bernabéu agigantaba sus posibilidades de estar en la final de Lisboa. Müller intentó primero un disparo que Varane desvió a córner. Y luego Götze se topó con la leyenda del Santo cuando vio a Casillas atajar un disparo suyo a bocajarro. Ahí tuvo el Bayern un empate que no llegó. También cuando Müller lanzó una patada al aire y reclamó un penalti de Xabi Alonso para justificar su fallo en el descuento.

El Madrid se va a Alemania con un resultado corto para el peligro que fue capaz de hacerle al Bayern. Pero se va demostrando que es superior al equipo de Guardiola cuando encara la portería rival, una cualidad imprescindible para ganar la Liga de Campeones.

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