Historia de la Medicina

Ayudándose de guerras o de tradiciones religiosas hoy incomprensibles, los médicos siempre han estado presentes en la historia de la humanidad

Los síntomas de enfermedad debieron de suponer un verdadero estrago en los hombres primitivos. ¿Por qué, de pronto, se perdía la salud y uno se encontraba mal? Las razones las encontraron en los elementos que más a mano tenían. Y lo curioso es que no había ninguna, al menos, lógico, que pudiera responder de una manera satisfactoria a esas preguntas tan trascendentales. Hoy un dolor de cabeza los solucionamos con una aspirina. El efecto de la química sobre nuestro cuerpo hace que nos recuperemos en pocos minutos. Sin embargo, en la Prehistoria o en la Antigüedad esa química era muy escasa y, de haberla, natural como es lógico, se ligaba al mundo de lo sobrenatural. Como siempre. Los dioses o los espíritus más perniciosos eran los causantes de todos los males.

Campos de batalla como aulas de medicina

Aunque parezca insólito, la guerra en el mundo antiguo fue uno de las facultades de medicina más importantes. La presencia de todo tipo de heridas, traumatismos, infecciones, etc. hizo avivar el ingenio de los proto-médicos alcanzando soluciones en ocasiones muy ingeniosas y avanzadas para lo que podríamos esperar en aquella época. Los restos humanos descubiertos en algunas tumbas de Egipto en donde vemos que fracturas o incluso mutilaciones se resolvían de manera airada, consiguiendo que el paciente sobreviviera en ocasiones hasta 20 años. Todo un logro al que hay que sumar las trepanaciones (perforación del cráneo para extraer un tumor del cerebro) algunas ya en la Prehistoria, nos hablan de, además de gente muy valiente y arriesgada, de un conocimiento preclaro de la anatomía. No sabrían por qué ese problema surgía en aquel lugar o lo identificaban con algo mágico, pero eso da igual si luego sabes solucionarlo.