Final de la Champions | Real Madrid-Atlético: De Di Stéfano a Cristiano
El argentino lideró un equipo de leyenda que ganó cinco Copas de Europas seguidas y ahora el portugués es el bastión de éste que aspira a conseguir la anhelada Décima
El Real Madrid tiene grapada la Décima entre ceja y ceja desde aquella noche de 2002 en Glasgow en la que Zidane dibujó una parábola perfecta. Doce años, eternos para los blancos, han pasado hasta que ha llegado su primera oportunidad de conseguir esa cifra redonda de Copas de Europa. | Real Madrid - Atlético, la final de la Champions en directo (sábado, 20:45 h)
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"Lo que era el club y lo que es ahora. ¡No veas!". Di Stéfano suelta un suspiro profundo y sigue repasando las imágenes de aquel Madrid de finales de los 50. "Qué barbaridad. Cómo cambian los tiempos. Pufff", repite el argentino en el programa de Canal+ 'Informe Robinson' que habla de la historia de la máxima competición europea.
Poco o nada tiene que ver aquel fútbol en blanco y negro con el 3.0 de estos días. Ni aquella competición de la Copa de Europa con la Champions League de ahora. Ni tampoco aquel Real Madrid de Bernabéu con esta megaempresa de Florentino. Pero como entonces, ahora el equipo blanco pugna por ser el mejor equipo de Europa. Lo consiguió en las cinco primeras ediciones de la Copa de Europa, de 1956 a 1960, cuando sucumbieron el Stade de Reims (1955-1956 y 1958-1959), la Fiorentina (1956-1957), el AC Milan (1957-1958) y el Eintracht (1959-1960).
La superioridad del Real Madrid entonces era incontestable. Era aquel equipo uno avasallador e imbatible en un tiempo, además, en el que un descuido era una sentencia -no había primeras fases ni grupos de ningún tipo, sino eliminatorias desde el comienzo y cuya participación requería haber sido campeón de tu propia liga o campeón de la misma Copa de Europa-.
"Mitad artista, mitad guerrero", como lo definió Alfredo Relaño en 'El País', Di Stéfano fue el adalid de aquel Real Madrid de leyenda. El argentino, que marcó al menos un gol en cada una de esas cinco finales que el equipo blanco ganó, se convirtió para muchos en el mejor jugador de la historia, título tan honorífico como subjetivo que comparte con otros grandes como Pelé o Maradona.
Seis años después de esa época gloriosa, en 1966, el Madrid ganó su Sexta. Hacía ya dos años que Di Stéfano vestía la elástica del Espanyol, pero aún había en ese equipo un veterano con galones, Gento, único jugador de la historia con seis Copas de Europa. Su rival aquella noche en el estadio de Heysel de Bruselas fue el Partizan de Belgrado (2-1).
La Séptima llegó, ni más ni menos, que 32 años después. La Copa de Europa había cambiado ya de nombre, por el grandilocuente Champions League, y también de formato. Aquel título fue una liberación, el fin de una época maldita para una generación de madridistas hastiados de escuchar batallitas de partidos en blanco y negro. Aquel gol de Mijatovic a la Juve de Zidane y Del Piero terminó con una época maldita para los blancos en Europa. Sanchís alzó la Copa en Amsterdam que ni su generación, la conocida como la Quinta del Buitre, ni muchas anteriores, como la de Juanito o Vicente del Bosque pudieron conseguir.
Tuvo Del Bosque una segunda y una tercera oportunidad para vengar a toda su generación. Porque con él en el banquillo los blancos ganaron su Octava Copa de Europa y su Novena. La primera, en 2000, ante un inexperto Valencia con una plácida goleada (3-0) que firmaron Morientes, McManaman y Raúl. Y la Novena tres años después en Glasgow ante el Bayer Leverkusen de Ballack en un partido que quedará para el recuerdo por aquella genial volea de Zidane.
Desde entonces han pasado 12 largos años en los que el sueño por lograr la Décima se ha vuelto una obsesión. Nunca antes estuvo el Madrid tan cerca de conseguirla. Es ahora el tiempo de Cristiano Ronaldo como en los 50 fue de Di Stéfano. Es Cristiano a este Real Madrid lo que Di Stéfano al Madrid de entonces. Como antes el argentino, ahora el portugués se mueve por la parte del campo que quiere y, como el hoy presidente de honor, Cristiano hace goles de todo tipo y color. El luso, que ya tiene una Champions con el Manchester, desea entrar en la historia del Real Madrid ya no sólo por sus mil récords batidos sino por hacer real la anhelada Décima.
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