'Invasión española' en Lisboa con motivo de la final de la Champions

La 'invasión española' que este fin de semana se espera en Lisboa podría alcanzar los 120.000 aficionados, la mitad sin entrada, por lo que se repartirán por los diferentes bares, restaurantes y otros establecimientos comerciales para ver la aguardada final de la Champions. Por eso, se prepara un gran despliegue policial para garantizar que la seguridad. En la capital portuguesa ultiman los detalles para recibir la marea de madridistas y atléticos y que según un estudio dejarán en Lisboa más de 45 millones de euros en total. La mayor parte en los hoteles, cuyos precios se han disparado considerablemente. La buena noticia es que el resto de los precios se mantienen como habitualmente

Según la policía portuguesa, la 'invasión española' que este fin de semana se espera en Lisboa podría alcanzar los 120.000 aficionados, la mitad sin entrada, por lo que se repartirán por los diferentes bares, restaurantes y otros establecimientos comerciales para ver la aguardada final de la Champions. Por eso, se prepara un gran despliegue policial para garantizar que la seguridad.

En la capital portuguesa ultiman los detalles para recibir la marea de madridistas y atléticos y que según un estudio dejarán en Lisboa más de 45 millones de euros en total. La mayor parte en los hoteles, cuyos precios se han disparado considerablemente. Habitaciones que por esta fecha se pagarían a 100 euros la noche, han llegado a venderse por encima de los 1.000 y 2.000 euros.

La buena noticia es que el resto de los precios se mantienen como habitualmente, por lo que se podrá comer un plato combinado, que en portugués se llama 'bitoque' en plena Plaza del Rossio, una de las más céntricas y en la que instalará la Fan Zone del Real Madrid, por 13 euros. Concretamente, en el restaurante 'Bitoque Gourmet' han reforzado el stock de cerveza para que no falten las cañas, que venderán a poco más de un euro en la terraza. El resto de restaurantes y bares, así como algunos supermercados próximos al estadio, también han reforzado su venta de bebidas y bocadillos.

También habrá en Lisboa un refuerzo de los agentes policiales, con el objetivo de garantizar la seguridad de la final de la Champions, sobre todo, teniendo en cuenta que muchos aficionados no estarán en el estadio. Habrá una intensa cooperación policial entre agentes de los dos países para garantizar también la seguridad en las carreteras. Desde la Dirección General de Tráfico estiman que este fin de semana se desplazarán a Lisboa más de 15.000 vehículos privados, a los que se tienen que sumarse otros 800 autocares. El resto de los aficionados viajarán en trenes especiales o en vuelos charter, que este fin de semana se han triplicado, por lo que el aeropuerto de Portela no parará durante los próximos dos días.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ampliar

La policía portuguesa recomienda a quienes viajen en sus vehículos que salgan con tiempo, ya que se esperan atascos en las entradas a la capital lusa. Además, hay que recordar que los principales accesos a Portugal cuentan con autopistas. En la frontera con Extremadura, el camino más directo desde Madrid, hay peaje convencional, con cabina a la entrada y la salida, por lo que no supondrá ningún problema a la hora de pagar. Pero en las otras dos entradas, desde Salamanca y desde Galicia, las autopistas tienen peajes electrónicos, por lo que los viajeros tendrán que parar en las cabinas fronterizas para hacer el pago si no quieren ser multados.

Una vez en Lisboa, los autocares de las dos aficiones serán separados para garantizar que no haya ningún altercado. Para el resto de vehículos, se sugiere que estacionen en aparcamientos municipales, preferencialmente fuera del centro, y que opten por los transportes públicos para acceder al estadio, ya que las principales carreteras circundantes permanecerán cortadas durante el partido. Además, habrá un aumento del número de metros y autobuses. Concretamente, habrá una línea especial desde la plaza del Rossio hasta el Estadio da Luz.

La policía tratará de mantener separadas a las dos aficiones tanto como le sea posible, empezando por las zonas de fans de la UEFA. La del Real Madrid está instalada en la plaza del Rossio y la del Atlético de Madrid por encima del Parque Eduardo VII, ambas a una distancia considerable. También en el estadio habrá separación, ya que los seguidores merengues entrarán por los accesos de la zona sur y los seguidores colchoneros por la zona norte.