Revista de Prensa: "Demonios europeos"

La presión migratoria en las fronteras de Europa reaparace tras desparecer en la campaña electoral a las europeas.

Un joven migrante arrodillado levanta los brazos hacia un cielo que señala con sus índices mientras grita "yalaaa". Otro observa con una mezcla de incredulidad y tristeza cómo policías antidisturbios escoltan a buldóceres y grúas que desmantelan el campamento de fortuna en el que viven desde hace meses. Entre una y otra imagen hay casi tres mil kilómetros de distancia. La primera, en El País, corresponde a Melilla; la segunda, en Financial Times, a Calais, la población francesa en la que cientos de personas esperan atravesar el Canal de La Mancha. La inmigración y la situación económica deben centrar la atención de los nuevos responsables comunitarios, apunta Pierre Rousselin en una tribuna en el conservador Le Figaro. La situación del CETI de Melilla es objeto de un amplio reportaje del corresponsal del también conservador Frankfurther Allghemeine mientras los líderes de los partidos xenófobos se hacen fotos que exhiben sus alianzas en el futuro Parlamento Europeo: en El Mundo, la francesa Le Pen sonríe con el holandés Wilder junto a representantes de la Liga Norte italiana, el FPO austriaco y los ultras flamencos del Vlaams Belag; mientras que el italiano Bepe Grillo y el inglés Nigel Farage se tronchan de risa en las portadas de La Repubblica y El Corriere dela Sera. Para Javier Solana se pregunrta en la Cuarta Página de El País "Qué ofrecer a los europeos" y sugiere que la nuev Comisión tendrá que impulsar de maner decidida el crecimiento económico y el empleo, replantear la proyección exterior de la Unión Europea, avanzar hacia una unión energética y trazar una política migratoria común.

La agenda parece clara, pero seguimos sin la persona que debe afrontarla.

El inicialmente designado Juncker, sigue estando muy cuestionado por la prensa anglosajona. El Financial Times está en campaña y publica una página para evaluar los apoyos con que cuenta el luxemburgués en el seno del Consejo y cuales podrían ser los otros candidatos, entre los que se encuentran la presidenta de Lituania, el de Polonia e incluso Christine Lagarde, quien no cuenta, sin embargo, con el respaldo de su propio país. Francia cree contraproducente que la cara del FMI, asociado a la austeridad, se convierta en la de Europa. Toda vez, como analiza El Mundo en su editorial, que un nuevo discurso se abre paso desde posiciones conservadoras: es necesaria una "política de expansión" que consolide la incipiente recuperación. En Alemania, el Die Welt pide a Merkel firmeza en su apoyo a Juncker para defender así la democracia que los jefes de estado y de gobierno ven como un demonio que desató Martin Sultz con su idea de democratizar las instituciones y que ahora se resiste a volver a la caja.

El demonio político para la democracia en España se llama corrupción.

El Presidente de la Xunta de Galicia, destaca en primera La Voz, reconoce que la corrupción ha restado votos al PP en las elecciones del pasado domingo. Una especie de autocrítica el día después de que la justicia condenase a ocho años de cárcel al exconsejero valenciano Rafael Blasco por el saqueo de las ayudas para cooperación. "Qué no se repita", clama el editorial de El País, para sostener que el "caso Blasco" muestra que los partidos deben apartar sin falta a implicados en la corrupción. El diario global recuerda que un centenar de candidatos incursos en causas de corrupción fueron elegidos en las pasadas elecciones autonómicas y municipales y pide que esta situación no se repita en las próximas. La Vanguardia, por su parte, editorializa sobre la condena de los antiguos presidente y director del Palau de la Música y estima que la justicia ha empezado por el "postre" y ha dejado enfriar los platos fuertes en lo que no duda en calificar como saqueo financiero por parte de Millet y Montull de la institución cultural más querida de Barcelona.

En la capital de Cataluña crece la preocupación por los incidentes violentos entre okupas y policía.

"En pie de guerra" titula a toda página El Periódico sobre la tercera jornada de disturbios originada por el desalojo de Can Vies que se extiende por Barcelona y otros puntos de Cataluña. "La ira antisistema se enquista en Barcelona" estima La Vanguardia que en su editorial analiza los diferentes factores que han desencadenado el conflicto precedido de un procedimiento judicial que ha durado 10 años para recuperar el edificio ocupado y las negociaciones abiertas hace 15 meses entre el ayuntamiento y los okupas: la incomodidad que desde hace 10 años vive el barrio de Sants por el soterramiento del AVE y, más generalmente, el descontento larvado en amplias capas sociales a lo largo de la crisis. Estos incidentes, en cualquier caso, ya son observados desde el exterior. En Alemania, Die Welt advierte en su edición electrónica: "Batallas callejeras violentas sacuden Barcelona". Un titular que acompaña con numerosas imágenes de calles incendiadas.

Malestar en Barcelona, pero también malestar ciudadano en Brasil por las inversiones millonarias en el Mundial. Allí la protesta, además de tomar las calles, también se realiza a través de la música.

Todas ellas se puede ver y escuchar en un artículo del Guardian que va a ser el tuit de hoy.