Las grandes víctimas de esta crisis

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Los niños, las grandes víctimas de esta crisis. Los datos que ha hecho públicos hoy UNICEF son demoledores. En España 2.306.000 niños viven bajo el umbral de la pobreza, el 27,5%, y los hogares en los que hay niños son significativamente más pobres que los demás.

Pero los niños no tienen voz, no gritan, no se manifiestan, no rodean el Congreso, no hacen escraches. Los niños pasan hambre en sus casas, contemplados por los ojos angustiados de sus mayores. Son los únicos que les oyen, fuera de sus casas nadie sabe de ellos. Y la política les olvida y recorta en más de un 14% la dotación presupuestaria destinada a la infancia.

Porque la política también consiste en evitar las de desigualdades, en preparar el futuro de unos niños que un día serán adultos, preparar su futuro en conocimiento, en educación, en bienestar. La política también es esto, o casi deberíamos decir que es sobre todo esto.

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No se cuánto tiempo han dedicado hoy políticos o instituciones a leer con calma el informe de Unicef, no sé ni siquiera si se han asombrado o preocupado por la cifra. Recuerden que venimos de haber escuchado a Montoro desmentir los informes sobre pobreza y desacreditar a quien los elaboró, a Cáritas, y venimos de escuchar a dirigentes gallegos decir que este verano no se van a abrir los comedores escolares en esa comunidad para no generar excesiva visibilidad.

Al PP le molestan los pobres, le molestan los niños pobres. Hoy ese partido se ha dedicado a aforar al rey Juan Carlos, este es otro debate, pero quiero que atiendan a las palabras del ministro Gallardón. Dice que hay que aforar al rey saliente por la dignidad de España. De qué dignidad habla el ministro de Justicia cuando tres de cada diez niños viven bajo el umbral de la pobreza en este país. Por una vida digna para estos niños es para lo que deberían estar trabajando.