¿Debe Rajoy adelantar las elecciones?

Madrid

El deterioro de las expectativas electorales sitúa al presidente Rajoy en el mismo dilema que Zapatero a inicios de 2011: ¿avanzar las elecciones para evitar un mayor deterioro o bien mantener el calendario oficial a la espera de una mejora de las previsiones políticas y económicas?

Un reciente estudio señala que, en países descentralizados donde pueden eventualmente coincidir elecciones en diversos niveles, como es el caso español, la coincidencia o no de estas elecciones tiene fuertes efectos en la movilización del voto:

 a) cuando una elección precede a otra meses antes, el ‘efecto de cansancio’ puede reducir la participación en el segunda elección (esto abre el riesgo de que el votante menos motivado, potencialmente del PP y/o PSOE, pueda dejar de votar en las generales);

c) por el contrario, cuando dos elecciones aparecen muy cercanas, esto puede incrementar el voto en la primera elección, especialmente entre aquellos votantes que podrían querer avanzar un castigo o toque de atención al partido del gobierno; en el caso del PP, esto podría presagiar un negro panorama para alcaldes y presidentes autonómicos de su partido;

b) cuando elecciones diversas coinciden (locales, autonómicas, generales) la participación aumenta debido al ‘efecto acumulación', especialmente entre el votantes menos motivado y más ‘mainstream’; en el caso español, esto favorecería al votante fiel de los grandes partidos que puede estar pensándose en casa;

d) finalmente, hay que tener en cuenta el ‘efecto bola de nieve’: un mal resultado para un partido en unas elecciones puede disuadir el voto a este partido en las siguientes, cuando estas son cercanas, mientras que un buen resultado puede atraer nuevos votantes en las siguientes. Es el caso del PSOE en 2011.

Este escenario sugiere buenas razones para que Rajoy se plantee un avance electoral de las Generales, para hacerlas coincidir con municipales y autonómicas.