En el sótano uno

Madrid

El paro registrado bajó en diciembre de manera significativa, más de 64.000 personas, gracias sobre todo al sector servicios, es decir gracias sobre todo al empleo público, los becarios y la hostelería. Es decir, se podría decir que se crearon empleos, fundamentalmente parciales y temporales, de camareros, dependientes, cocineros, pinches, friegaplatos y limpiadores.

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La segunda buena noticia es que, en conjunto, aumentó también el número de afiliados a la Seguridad Social, es decir que aumentó la población ocupada, que ahora se sitúa en 16,7 millones de personas. Aun así sigue habiendo casi medio millón menos de personas con empleo que cuando comenzó esta legislatura. Es decir, que Rajoy cerrará sus cuatro años de gobierno creando empleo significativamente, pero con medio millón menos de trabajadores que cuando llegó.

¿Cómo es posible? Gráficamente se podría decir que cuando Rajoy llegó al gobierno se encontró con que el ascensor del empleo había bajado a toda velocidad hasta el sótano y que él lo empujó todavía más abajo, hasta la planta menos cuatro. Ahora estamos subiendo por la escalera, es decir con empleo de mala calidad, pero no va a dar tiempo a que lleguemos al primer sótano antes de que acabe la legislatura.

¿Mejor no seguir bajando hasta el subsuelo número veinte? Seguro. Claro que es mejor. Pero no hay razón para que nos engañemos respecto a la realidad. Seguimos todavía muy por debajo de tierra.