¡Ay, qué asco de comida!

Barcelona

Hoy en las cocinas de Mikel Iturriaga y de David De Jorge más que hablar de cocina, hemos montado un consultorio psico-gastronómico para ver cómo podemos iniciarnos en las comidas que nos repele, que no nos gusta. Hoy en nuestra sección las fobias alimentarias.

Hay alimentos que no nos parecen muy apetecibles por motivos culturales: los insectos, comer potro, el conejo en EEUU.

En muchas ocasiones, las fobias tienen su origen en la infancia. Mikel, por ejemplo no puede con el hígado, el cabello de ángel y las natas en la leche.

“El hígado me obligaban a comerlo de pequeño porque tenía mucho hierro, y desde entonces no puedo con él. Me gusta el paté pero no el hígado. El cabello de ángel era para mí un aguafiestas: destruía maravillosos bollos y ensaimadas”

Muchas veces decimos que un alimento no nos gusta, así en general y lo que no nos gusta en realidad es la forma en la que lo comemos habitualmente o porque no nos gusta su textura.

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Mikel nos contaba “una alcachofa recocida o con sabor agrio de bote es posible que nos produzca rechazo. Pero si la tomamos poco hecha, bien tostadita a la plancha, la admitiremos mejor. La versión de lata de los espárragos genera asco en mucha gente, pero un espárrago verde poco hecho es mucho más admisible”

Pero no está todo perdido, podemos superar estas fobias;

• El secreto es la repetición, antes de decir que algo no te gusta, pruébalo tres veces.
• Utilizar “el milagro de la mayonesa”, la mayonesa, esa obra maestra de la cocina, es mano de santo como lubricante de alimentos: cualquier verdura nos entrará mejor con ella.
• Y por último el gran truco que media humanidad utilizamos; el del engaño. Se puede ver a gente disfrutando de piezas como la lengua o la carrillera sin saber qué eran, que no habrían probado jamás de haberlo sabido…