La magia en España
Procedente de las cortes europeas o de los grandes teatros de América, el ilusionismo entró en España a finales del siglo XIX. Las primeras tiendas, traducciones de obras de los mejores expertos franceses y la influencia de los que bebían directamente de los espectáculos en el extranjero, acabaron sembrando la semilla de este arte en nuestra historia.
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Fue Joaquín Partagás quien creó la primera tienda de magia en España. Lo hizo en Barcelona en el año 1881. Después de pasar varios años en Argentina regresa a la Ciudad Condal con la idea de abrir un negocio pionero en aquel momento dedicado exclusivamente al mundo de la magia. Curiosamente esa tienda, hoy también teatro y museo, se conserva en el mismo emplazamiento de Barcelona más de 125 años después. Fue la semilla de una tradición que ha ido creciendo paulatinamente hasta nuestros días.
Libros y curas
Algunos de los primeros libros de magia se editan en Valencia. Se trata de la traducción al castellano de obras emblemáticas en el XIX como los trabajos de Robert-Houdin, el padre del ilusionismo moderno. Así empezó a rodar el mundo del ilusionismo en nuestro país. Pero lo que pocos conocen es que muchos de los pioneros en este arte fueron sacerdotes. Wenceslao Ciuró o Francisco Javier Barcón eran sacerdotes que en la década de los 30 y 40 del pasado siglo XX se hicieron célebres en el arte de la magia. Ellos publicaron libros tan curiosos como Arte de encantamiento, del mencionado padre Barcón, todo un tratado básico para iniciar en las "oscuras" artes del ilusionismo.
Nuestro invitado esta semana, Jorge Blass, todo un referente en la magia moderna en España nos habla de la historia de los inicios de este arte en nuestro país hace casi siglo y medio.
