Ayuntamientos(OMIC): ¡También debéis defender a los consumidores!

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Madrid
Este fin de semana se han constituido los nuevos ayuntamientos y en muchos ha habido vuelcos importantes en los equipos que los van a gestionar. Y en algunos significativos, se han oído mensajes dirigidos a la ciudadanía para explicar que van a estar mucho más cerca de los problemas de la ciudadanía, más sensibles al pulso de la calle con problemas como los desahucios, a los que ciudades como Madrid y Barcelona parecen decididos a plantar de verdad cara. Está muy bien.
Pero no he oído – lo siento si se ha dicho – a ningún candidato referirse a los otros problemas de los consumidores en su vida cotidiana, cientos de problemas, y la defensa de sus derechos. No me sorprende: es lo habitual. No obstante, no sobraría que los dirigentes políticos, las Carmenas, las Colaus, los Ribó y otros dieran una vuelta por sus OMIC, Oficinas Municipales de Información al Consumidor, para saber qué se cuece por ellas cada día, qué problemas trasladan sus vecinos, qué colectivos son los que más quejas e indignación despiertan en los consumidores, incluso qué empresas son las que más denuncias generan...
Ya se que los ayuntamientos y sus OMIC tienen poco poder de resolución y, muchas veces, las manos atadas. Pero sí tienen posibilidades de cambiar las cosas las comunidades autónomas, en muchos casos gobernadas por los mismos que están en los gobiernos municipales y, en todo caso, obligarlas a que tomen determinaciones para proteger convenientemente a los usuarios de la telefonía, de la banca, de los seguros, de servicios como la luz o el gas, a los compradores de alimentos, de coches, de móviles, a los que utilizan la red para comprar de todo, a los que viajan, a los que hacen dietas, a los que compran unas puertas y ni se las sirven ni les devuelven el dinero…
A los consumidores les falta mucha información, mucho respaldo, mucha orientación para saber cómo actuar ante situaciones que se dan un día sí y otro también…Y para eso, el primer paso, además de ayudar a las asociaciones de consumidores, cada día más ahogadas porque no interesa que tengan medios y poder, son absolutamente necesarias unas OMIC potentes. Es decir, OMIC con medios, con personal, con gente lo mejor formada posible, comprometida, con manos libres para actuar caiga quien caiga. Sin mirar para otro lado. Porque una cosa es tener OMIC y otra que funcionen al nivel que fueron concebidas. En algunos casos están, pero, sinceramente, como si no estuvieran. Y no por falta de interés de los trabajadores…
Naturalmente, responsables políticos que, además de resolver los problemas cotidianos, sean capaces de trasladar todas las denuncias, inquietudes y problemas a las instancias que sean necesarias para mejorar los derechos, hacer que se cumplan y, sobre todo, que las otras instituciones y los propios colectivos y empresas, con mucho más poder de decisión y de cambiar las cosas, sepan que ahí, en los ayuntamientos, en los que están cerca de lo más cotidiano, de los usuarios, de los afectados, hay quien está dispuesto a dar la batalla también por defender a los consumidores de los abusos, los atropellos, los engaños, los piratas...
Hace falta y es necesario un claro interés político para conseguirlo. Hasta ahora y en los últimos tiempos no ha habido mucho…




