La moda antigua, tendencia hoy

¿Cuál es la diferencia entre retro y vintage? Lo retro es una vuelta al pasado, a lo de antes; Lo vintage, un objeto con cierta edad que aún no es una antigüedad y que se ha revalorizado con el paso del tiempo, aunque originalmente se utilizaba para denominar al vino.

Hoy podemos encontrar multitud de espacios en los que adquirir objetos de coleccionista. Radios de los años 60, ropa de los 70, objetos de decoración para nuestra casa o incluso juguetes. Antonio tiene 43 años, vive en Madrid, y descubrió su pasión por los Geyperman en 1967, cuando se lo regalaron. Desde entonces fue creciendo la pasión por adquirir todos los modelos que iban saliendo. "Los colecciono porque me traen muchos recuerdos. Su precio, hoy, puede oscilar entre los 300 y 400 euros. No se venden en tiendas, pero se pueden comprar a través de Internet", asegura. Su caso es el de muchas personas que coleccionan todo tipo de objetos. Artículos que podemos encontrar en la red, pero también en tiendas.

En las grandes ciudades encontramos espacios y lugares que nos trasladan años atrás. A veces haciendo recordar épocas vividas y otras conociendo qué estaba de moda en la juventud de nuestros abuelos. La Republicana Vintage Store es una tienda on line que se dedica a vender muebles, almoneda y todo tipo de antigüedades. "Los objetos que venden son originales, piezas únicas de los años 40, 50, 60 y 70, de influencia europea", asegura Inés, la dueña de esta tienda. Están especializados en bicicletas, de marca española, de los 40 y 50. Para conseguir estos objetos han viajado mucho y afirma que "le piden todo tipo de artículos, suelen ser coleccionistas que buscan algo muy concreto y personas mayores de 35 que saben lo que compran y también lo que vale". Marc regenta La Botiga. Venden todo tipo de objetos retro y vintage. "Es un estilo divertido, original y exclusivo ", asegura Marc.

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Coleccionar antigüedades, objetos retro o vintage, requiere tiempo para buscar. A veces hay que restaurarlos y, en el caso de los juguetes arreglarlos. En Madrid encontramos un hospital del juguete. Antonio es el que se encarga de ello. Llevan desde 1945, cuando su padre vendía juguetes de la época. Con el paso de los años decidieron dar un giro al negocio y montar un taller de reparación. Él ha continuado la tradición, reciclándose, porque también se encarga de poner solución a los problemas que presentan los aparatos electrónicos. "Arreglamos desde muñecas como la Mariquita Pérez, hasta juegos como Hundir La Flota o Simón", asegura Antonio. Repararlos cuesta, depende del arreglo. Desde los 25 euros hasta los 200 si se trata de una recosntrucción parcial o completa. Con él acabará una tradición de más de 70 años. Una profesión para nostálgicos que viaja en el tiempo a través de los jueguetes.