Los Zapp: Vuelta al mundo en coche
Salieron de Argentina, ahora están en Egipto. 250.000 kilómetros, más de 2.000 familias conocidas. Ellos son 7: Cande, Herman, Pampa, Tehue, Paloma, Wallaby y Graham -el coche-. Viven a full, cumplen su sueño de pequeños y no piensan parar, de momento.
Madrid
Cande y Herman llevan 15 años viajando. En el año 2000 partieron de Argentina montados en Graham, un coche de 1928. Su primera intención era viajar hasta Alaska pero, no solo han cumplido su sueño, sino que han hecho la mejor inversión de su vida". Durante el viaje han nacido Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby; así que, contando con el coche suman 7 y juntos continúan conociendo lugares y haciendo del mundo su casa. Ya llevan 250.000 kilómetros recorridos y les pillamos en Egipto, cerrando una etapa y abriendo otra, porque ese será su último destino de África.
"Viven a full" y recuerdan, incrédulos, aquel día en el que se animaron a "hacer lo que sentían". Lo llevaban soñando desde niños y aunque "todo el mundo les decía que era imposible, muy peligroso, que las cosas les saldrían muy mal" decidieron arrancar el motor de su 'Maconco Cambalache' y poner rumbo hacia Alaska. Herman dice que ahora "cada día cuenta, es mejor tener un mal día en tu sueño que mil buenos en la oficina".
Para Pampa, el mayor de los hermanos, es como "vivir en una casa muy pequeña, pero con un patio inmenso". Además de él están Tehue, que nació en Argentina; Paloma, en Canadá; y el más pequeño de 6 años que nació en Australia.
Juntos, al unísono, descubren el mundo. "Aprendemos de lo que vivimos, de lo que experimentamos". Ahora, por ejemplo, están a los pies de "los templos, de las pirámides, descubriendo juntos, en familia, un nuevo mundo. Y así, cada día".
La idea, a partir de ahora, es ir a "Medio oriente -Jordania, Israel-, pasar por Turquía y entrar a Europa a través de Grecia". Cande dice, entre risas, que "cuando empezó el viaje nunca pensamos que iba a ser tan largo. Quizás, si lo hubiese sabido, ni habría salido de mi casa. Pero cuando salismo nos dimos cuenta de lo bien que nos sentíamos, y es eso lo que nos impide parar". Evitan hablar de un final. En todo caso, de "final de etapa" porque "lo más lindo del sueño es estar en el sueño, vivir el sueño. No llegar al final".
Sobre el dinero, sobre cómo viven, cuentan que "salimos de Argentina con 4.000 dólares, pero la plata no duró mucho, se acabó en Ecuador". Ese fue un punto de inflexión y ahora, mirando atrás, fue cuando empezaron el verdadero viaje: "empezamos a ser viajeros que necesitaban a la gente de cada lugar. Hemos conocido a 2.000 familias y de haber tenido dinero no las habríamos conocido". Cande empezó a pintar acuarelas en papel, "dibujos de pájaros que, al principio, parecían que habían sido atacados por unos gatos". Con el tiempo mejoró y Herman los enmarcaba y, ahora, se sorprenden al contar que "han vendido cuadros hasta en lugares en situaciones económicas muy graves".
Además, escribieron Atrapa tu sueño, un libro donde "compartimos nuestro sueño y animamos a todas las personas a que cumplan el suyo". Unas líneas que Pampa confiesa no haberse leído "porque él lo está viviendo".
