Reunión-donación-adjudicación

Madrid

La SER ha tenido acceso a la agenda del tesorero de Convergència, Andreu Viloca, que cumple hoy cinco días en prisión incondicional acusado de distintos delitos de corrupción. Los papeles de Viloca que hoy les contamos destapan las mordidas que el partido recibió supuestamente a través de la Fundació Catdem, fruto de 8 adjudicaciones de obra pública. En total, 600.000 euros. Pero lo que los papeles revelan, sobre todo, es la organización, el sistema establecido para cobrar las comisiones ilegales.

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En la agenda del tesorero puede seguirse perfectamente el rastro. Cuando se anunciaba un concurso público, Viloca se reunía con un empresario. Inmediatamente después se producía una donación a la Fundación Catdem de Convergència y finalmente esa empresa se quedaba con la obra, se le adjudicaba el concurso público.

Las donaciones registradas en los papeles van desde 34.000 euros, el 3 por ciento exacto de la construcción de un centro cívico, hasta pagos fraccionados que llegan a sumar 145.000 o 195.000 de una misma empresa. ¿Y cuáles eran las obras adjudicadas? Hay de todo: la construcción de ambulatorios, edificios escolares, centros cívicos o la limpieza de las calles de Olot... Todas esas obras fueron precedidas de una donación.

Donaciones al partido hechas libremente por empresarios que quieren apoyar la política, argumentan los acusados. Bien, es posible, ya lo dirán los jueves. Pero llama poderosamente la atención, no sólo la secuencia exacta ‘reunión-donación-adjudicación’, sino que las donaciones las hacían incluso UTEs, Uniones Temporales de Empresas, que se adjudicaban una obra poco después de haber sufrido, todas juntas, todas las empresas asociadas, una súbita coincidencia en la fe convergente.