Los juegos de los niños de la guerra
Lejos de su vida normal, los niños refugiados -y algunos adultos- fabrican juguetes con materiales reciclados en los campamentos para no dejar atrás su infancia
Madrid
En el campo de refugiados de Idomeni, los niños se entretienen con lo que encuentran. Atan trapos viejos o comprimen briznas de paja para fabricar una pelota, construyen un robot metiendo ramas por los extremos de una botella de plástico. "Cuando la gente está desesperada, tiene que sobrevivir como sea. Los niños europeos lo tienen todo". Es lo que cuenta Francesca Fontanini, italiana, que ahora trabaja para ACNUR en América Latina. Ha pasado por numerosos campamentos en Europa y África. En ellos ha visto las carencias de los pequeños.
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Ella y sus compañeros se centraban en organizar a los niños actividades enfocadas a canalizar sus traumas. "Ponemos mucho el foco en el deporte. El fútbol es el que ellos prefieren, pero también hay competiciones de baloncesto donde participan niños y niñas". El teatro, la artesanía y el dibujo son también perfectos para ocupar la mente, reconoce Francesca.
Entre las experiencias, Fontanini se quedó con los esfuerzos de pequeños y mayores para animar el ambiente. Abandonar la guerra y el hambre lleva aparejado abandonar la infancia.
- el sueño del abuelo