Las muchas cosas que traen sin cuidado a los españoles

Madrid

Resulta curioso entrar en las tripas de la encuesta que ayer publicó el CIS. Tienen los españoles bien abiertos los ojos y dispuestos los oídos para entender que los dos mayores problemas a los que se enfrentan los ciudadanos son el paro, un 75,3%, seguidos por la corrupción y sus muchas y sucias variantes, con un 46,7%. A más distancia, los problemas económicos alcanzan al 23,6%.

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Por el contrario, también verán lo escasamente obsesionados que viven nuestros compatriotas con esos otros temas que los medios nos empeñamos en hacer cuestiones de vida o muerte. Ahí van algunas elocuentes muestras. La falta de Gobierno, por ejemplo, solo preocupa al 5,2% de los españoles, lo que significa que a muchos millones les importa un ardite si tenemos, un suponer, ministro o ministra de Asuntos Exteriores, Fomento o Agricultura. No es de extrañar, cuando la mitad del Gobierno nada hace, nada dice y de nada sirve.

Pero hay más ejemplos –y alguno bien sorprendente- de esa falta de interés para la ciudadanía que tienen asuntos que se llevan páginas y páginas de sesudos análisis, España entera en peligro de descomposición si alguien les hiciera caso. ¿Saben ustedes que la independencia de Cataluña –políticos, politólogos e incluso gentes de bien amargados por tan gravísimo dilema- sólo le preocupa al 0,6% de los encuestados? La vida, al parecer, es otra cosa.