El drama eterno de la desunión de la izquierda
La izquierda tiene la enorme habilidad de pelearse entre sí, y se empeña –lo ha hecho siempre- en consumir energías y recursos en incomprensibles y a veces ridículas nimiedades
Madrid
La historia nos lo enseña y el presente lo ratifica: la izquierda tiene la enorme habilidad de pelearse entre sí, y se empeña –lo ha hecho siempre- en consumir energías y recursos en incomprensibles y a veces ridículas nimiedades, cuando tienen enfrente al elefante de la derecha, destructivo, corrupto, riéndose a carcajadas de las peleas de gallos de sus oponentes.
Más información
En Podemos comprobamos, entristecidos, cómo se repiten aquellas broncas de las asambleas universitarias de los años de plomo, siempre por cuestiones teóricas que a los ciudadanos de a pie nada interesan o, lo que es aún peor, por hacerse con los mandos. ¿O es que acaso se pelea por la mejora de vida de los trabajadores, de cómo acabar con la precariedad laboral o de qué manera poner fin a tanta desigualdad?
Quiá, se discute de método y en definitiva, de cuotas de poder. Y en el PSOE, ya ven por dónde andan. El Comité Federal será el 1 de octubre, en apenas diez días. Aún queda tiempo para lograr una reunión provechosa y unitaria. Hablen allí quienes quieran, notables y barones críticos los primeros, faltaría más, y desgrane la actual dirección sus planes y sus propuestas.
Olviden unos y otros, hágannos el favor, el juego subterráneo. En claro y por derecho. Y lo primero es lo primero: sí o no a Rajoy. Lo demás, ya vendrá.
