Los Garbo contra Hitler
Un matrimonio de españoles va a colaborar de forma decisiva en la derrota final de Adolf Hitler. Él es Juan Pujol, cuya biografía comienza a ser conocida desde hace veinte años. Ella, Araceli González Carballo, prácticamente en la sombra hasta ahora.
Lugo
¿Cómo es posible que dos españoles de a pie hayan influido de esa forma en la caída del III Reich? Ésa es la pregunta a la que Ser Historia da repuesta en conversación con José de Cora, autor de la novela donde se narran sus peripecias, El estornudo de la mariposa. Los Garbo contra Hitler.
SER Historia: Los Garbo contra Hitler (23/10/2016)
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Año 1938. Araceli vive en Lugo y Juan, en Barcelona.
Ella, miembro de una familia de abolengo, colabora como enfermera en el Hospital de Sangre de la ciudad y participa en algunas actividades de Falange. Ansía salir de la ciudad y conocer mundo.
Él, desertor del ejército republicano, se esconde en los pisos que le proporciona el Socorro Blanco, aunque es detenido y escapa. Logra cambiar de identidad y trabajar en una granja avícola, pero es descubierto. Ahora decide que el mejor lugar para huir de la muerte es el frente y se alista como voluntario de última hora. Es destinado al Ebro, donde se va a desarrollar una de las últimas y decisivas batallas.
Gracias a sus amistades, Araceli puede presentarse en Burgos ante los principales miembros del bando nacional, como Antonio Goicoechea Cosculluela, director del Banco de España, y Raimundo Fernández-Cuesta, ministro secretario general del Movimiento y de Agricultura, que le dan trabajo allí.
Después de desertar nuevamente y de pasar meses en prisión, Juan logra reivindicarse ante los nacionales y se le destina como soldado-enlace a Burgos.
En la capital española de entonces cruzan sus vidas Araceli y Juan. Se enamoran, se casan y hacen planes de futuro. La paz abre nuevas perspectivas, aunque ambos desean marchar de España.
En Juan anida el convencimiento de que la mayor amenaza para la paz mundial es Hitler y convence a su mujer para ofrecerse a la Embajada británica en lo que sea de su utilidad. Los ingleses los rechazan. Si quieren colaborar, que donen dinero, pero ellos no lo tienen.
Rabioso ante la negativa y casi como participantes de un juego inocente, se ofrecen a los nazis, que acaban aceptándolos si son capaces de introducirse en Londres. Los Pujol/González se convierten en espías.
A lo largo de casi dos años les hacen creer a los alemanes que están en Londres, cuando en realidad se han trasladado a Lisboa. Pero sus mentiras engañan a Hitler y poco a poco llegan a ser informantes valiosos.
Nuevas negativas de ingleses y norteamericanos están a punto de desilusionarlos. Van a arrojar la toalla. Sin embargo, un acierto casual de sus falsas noticias como espía, cae en manos de los aliados y todo cambia para ellos. Ahora sí los aceptan como dobles agentes y son llevados a Londres. Él es bautizado como Garbo. Su prestigio crece ante Berlín, porque sus mensajes son ahora mucho más útiles.
Se prepara el desembarco en Normandía y los Pujol parecen decisivos en su éxito, pero un sanguinario ejecutor alemán es enviado para comprobar su fidelidad a Alemania y acabar con ellos si se comprueba que juegan a dos cartas.
La apasionante historia de estos dos españoles envueltos en el final de la II Guerra Mundial causa todavía hoy muchos recelos porque solo puede ser calificada de increíble. Pero no lo es.