Patxi López: "En ningún relato el asesino puede dejar de ser asesino"

Madrid

“Se dice que puede haber muchos relatos, pero en ningún relato el asesino puede dejar de ser asesino y la víctima, víctimas. Porque si no estaremos construyendo una sociedad amoral. La memoria tiene que servir para dos cosas: para que no se vuelva repetir lo que ha pasado y para que cuando se instale, se haga una consideración ética, moral y democrática”, expone Patxi López sobre el futuro de Euskadi y los pasos que se deben dar.

El exlehendakari no le quita del todo la razón a Arnaldo Otegi. “Es verdad que las sociedades se construyen con un porcentaje alto de olvido, pero no nos tiene que hacer pensar que eso es lo fundamental. Nadie nos puede imponer una ideología, una identidad”, continúa. El socialista cree que la conquista de la paz ha sido la conquista de la normalidad. Y pone varios ejemplos del nuevo ambiente en la sociedad vasca. “Tengo amigos que lloraron por subirse a un autobús publico después de años escoltados. Es un acto tan sencillo para una persona pero tan revolucionario para la sociedad. Conseguir salir a pasear, decir lo que se piensa sin miedo”.

López ha recordado también algunos de los momentos más duros de su etapa en la política vasca. “Yo les decía a la gente joven cuando hacíamos las listas que les iba a joder la vida. Le teníamos que poner dos escoltas, con 19 o 20 años ya no podían ir a tomar las copas a los mismos sitios. Y esa gente tan joven daba un paso al frente. Quien consiguió lo que estamos viviendo hoy son esos resistentes”, rememora con la voz entrecortada.

Sobre el futuro de ETA, piensa que no tiene opción. “Disolverse y entregar las armas es un acto unilateral ¿Qué espera negociar? Solo tiene que desaparecer y punto”, responde desligando esta idea de los presos. “Pienso que tiene que haber otra política penitenciaria pero no tiene que estar relacionada con esa disolución”. Todos los invitados al especial de ‘Hora 25’ han coincidido en que la sociedad vasca avanza más rápido que la política. Y López también comparte esta idea. “Cuando una sociedad vive durante 40 años en un manto de terror y miedo quiere pasar página cuanto antes y quiere avanzar más que los políticos. Lo fundamental es que entendamos todos del componente ético y moral de una sociedad. Alemania tardó 25 años en reconocer el genocidio nazi. Nosotros tenemos la fortuna de que desde el minuto 1 estamos hablando de la memoria y del papel de las víctimas”, concluye.