La rápida condena del ministro francés

Madrid

Jerome Cahuzac dimitió en marzo de 2013 como ministro de Presupuestos en el gobierno del presidente Hollande por un escándalo fiscal. En junio y julio de ese mismo año compareció ante una comisión de investigación en el Parlamento francés (donde mintió repetidamente) y dos años y medio más tarde ha sido condenado por un Tribunal de primera instancia a tres años de prisión incondicional por delitos de fraude y blanqueo de dinero. Su ex mujer ha sido también condenada a dos años de cárcel.

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El ex ministro ha anunciado que recurrirá ante un tribunal superior, pero se arriesga a que en lugar de bajarle la pena, se la suban hasta prácticamente siete años. Lo más interesante del caso Cahuzac es la rapidez con la que se le llevó ante la justicia y el contenido de la sentencia, firmada por tres jueces, que se expresan con mucha severidad y que decretan prisión incondicional lo que no es muy frecuente en este tipo de casos en Francia. Los jueces resaltan el hecho de que Jerome Cahuzac fuera el ministro que simbolizaba el fisco en Francia y conceden una excepcional gravedad al importe del dinero ocultado, 3,7 millones de euros.

El señor Cahuzac ha roto todos sus juramentos, advirtió el fiscal, y debe obtener una pena severa. Y los jueces le han hecho caso. Poco a poco, observan en Francia, los delitos de fraude fiscal comienzan a recibir penas más fuertes. Según datos del ministerio de Justicia francés, de los 763 condenas penales por delito fiscal en 2014, solo 104 incluyeron prisión incondicional y generalmente de menos de dos años.