La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lamenta que el “capitalismo trimestral”, el que solo persigue aumentar la rentabilidad de sus accionistas y pagar bonos a sus directivos, “pone en riesgo la democracia” y está fomentando la aparición de “salvadores de la patria”. Ha apuntado, en este sentido a Donald Trump, presidente de Estados Unidos: “Pretende atribuir los errores del capitalismo financiero a los inmigrantes. Muchos Trump aparecerán en el mundo si continúa este proceso de desigualdad por el que unos pocos disfrutan de la riqueza producida por todos”. Dilma ha calificado de «estremecedora» la posibilidad de que Donald Trump cumpla su promesa y construya un muro para impedir la entrada de inmigrantes a Estados Unidos desde México: «obedece a una retórica de campaña», ha dicho en una entrevista en Hoy por Hoy, la primera que concede a un medio español tras el proceso de impeachment que acabó con su destitución como presidenta. Rousseff acusa a “una pequeña élite” partidaria de las políticas neoliberales de organizar su proceso de destitución. “El objetivo del golpe era desmontar el estado del bienestar construido por Lula da Silva y por mí”, ha dicho en la entrevista. La exdirigente brasileña lamenta que muchas de las medidas que ella implantó para redistribuir la riqueza se van a revertir: “Van a destruir las bases del estado del bienestar, pero no van a poder dar marcha atrás a algunas conquistas”. Considera que la situación que atraviesa el país es hoy “delicada” porque con su salida de la Presidencia “se ha profundizado la crisis económica y se ha radicalizado la política”. Ha repetido que el proceso de destitución contra ella por maquillar supuestamente las cuentas públicas fue injusto. “Quisieron criminalizarme”, ha dicho, cuando se trataba de una “discusión eminentemente administrativa”. Rousseff ha dicho que pese al golpe personal que supuso el proceso, “un proceso traumático”, no dejará la política: “Seguiré, aunque no voy a aspirar a la Presidencia de Brasil. Será de nuevo el turno de Lula da Silva”. Y ha concluido criticando que los actuales dirigentes del país hayan dejando «una Brasil que no tiene presente y que se merece un futuro».