Holanda, el freno y el acelerador
Funcionó el freno, hemos evitado el choque pero sigue sin funcionar el acelerador y seguimos sin poder avanzar
undefinedCadena SER
Madrid
El populismo xenófobo de Geert Wilders fue ayer frenado en seco en unas elecciones en las que hubo una altísima participación. Aunque en los últimos días se veía que Mark Rutte iba remontando, los pronósticos anunciaban un resultado muy apretado. Y no ha sido así.
Los sondeos han vuelto a demostrar muy poca puntería. Tenemos que ir empezando a pensar si no está ocurriendo una cosa: el plus de atención, la prima que todos los medios de comunicación estamos regalando a los que más alborotan, a los que más aspavientos hacen, seguramente está falseando las atmósferas, alterando las percepciones, falseando la realidad y dificultando la visión. Tampoco los sondeos vieron venir la magnitud del descalabro socialista y el fortísimo crecimiento de los verdes.
En todo caso, estamos ante un frenazo de gran valía, se consiguió detener la corriente negativa que significaban estos tres antis de Wilders: el anti islam, el anti migración y el anti Europa. Pero lo importante viene inmediatamente después, en la construcción de las corrientes positivas. Ahí es donde está la verdadera dificultad, es el siguiente importante paso... la construcción de políticas positivas para integrar las identidades diferentes, políticas positivas de acogida, políticas positivas para ayudar al desarrollo de la idea de la Unión Europea. En este sentido, ni los holandeses ni nadie han dado con la tecla.
Podríamos decir, por tanto, que funcionó el freno, hemos evitado el choque pero sigue sin funcionar el acelerador y seguimos sin poder avanzar.