El dinero de los partidos

Los tesoreros actuales de los siete principales partidos políticos españoles van a empezar a desfilar hoy por el Congreso, por la Comisión para la Auditoría de la Calidad Democrática y la Lucha contra la Corrupción. Una comisión que pretende encontrar los agujeros de la ley por los que se ha colado durante todos estos años mucho dinero público para financiar de forma irregular a los partidos.

La juventud de nuestra democracia, la necesidad de fortalecer tras la dictadura a unos partidos políticos que pasaron de la ilegalidad a la batalla electoral sin apenas recursos ni infraestructuras, provocó una especie de tolerancia tácita con la financiación que a estas alturas y desde hace muchos años es intolerable.

Les vamos a contar que huco que esperar hasta 1987 cuando se creó la primera ley de financiación de partidos, cómo la propia ley contenía su trampa: se prohibieron las donaciones de empresas que contrataran con la Administración, pero se autorizaban las donaciones anónimas. Y si eran anónimas, ¿quién sabía que detrás no estaba una empresa que contrataba con la administración?.

Repasaremos el caso Naseiro del PP, Filesa del PSOE, Pallerols de Unió Democrática.

Hubo que esperar hasta 2007 para que se prohibieran las donaciones anónimas a los partidos, pero la nueva reforma que se hizo entonces permitió esas donaciones anónimas a las fundaciones de los partidos. Diez años después, la ley sigue así.

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Insisto: ese agujero en la ley ha llegado hasta hoy pese a dos reformas que se hicieron en 2012 y 2015. Y esa ley llena de agujeros no ha impedido la presunta caja B del PP durante 20 años, que ahora se investiga junto con la Gurtel.

Hoy echa a andar la Comisión parlamentaria que trata de poner coto legal a todos estos desmanes y esperemos que esta vez las reformas legales no dejen vías de escape para el dinero de todos.