ETA en 40 años de cine

Barcelona

El espacio de cine de hoy está dedicado a uno de los temas que lidera los medios de comunicación españoles: ETA y su desarme. Hemos querido repasar las películas que han retratado parte de la banda terrorista. La Pelota Vasca, Yoyes, Lobo, Asesinato en febrero, son algunas de ellas. Días contados de Imanol Uribe, quien ha descrito como que "en aquel momento probablemente es de las más atrevidas” que hizo. Imanol no sólo ha retratado la vida del terrorismo de ETA, sus componentes, los policías que los persiguen, documentales, etc., sino que también ha hablado sobre las víctimas de ETA.

Aunque Uribe ha afirmado que excepto sus dos primeras películas son historias que tienen como fondo el tema de ETA, "desde mi punto de vista son historias más personales, a veces son de amor”. El realizar este tipo de películas en tiempos tan peliagudos era un campo de minas, “fue lanzarse al vacío, siempre me he dejado guiar por un olfato y me arrastraba”. Como anécdota sobre confrontaciones con ETA por haber hecho sus películas nos ha contado, sobre un estreno en Valencia,  que hubo amenaza de bomba en el cine "y nos pusieron dos policías - a Imanol Arias y a él - como escoltas para salir al escenario". El cese de ETA para él "ya era hora, hay que pasar página, hay que pasar de historia".

Borja Cobeaga ha descrito la situación vasca hoy en día comparada con años atrás "Euskadi es Disneylandia, han cambiado mucho las cosas sin darnos cuenta, nos hemos dado cuenta de que tenemos un país maravilloso y no teníamos que vivir eso”. Sin embargo, este hito histórico le hacía temer sobre el rumbo de la ficción audiovisual española, “temía que las películas sobre ETA fuesen la nueva Guerra Civil española”. Cobeaga no sólo plasma el conflicto vasco sino que añade toques de comicidad, escribiendo guiones cargados de momentos cotidianos que el cineasta se imagina que debe haber en los “tiempos muertos y el aburrimiento”, “el día a día de aquellos que no hemos sufrido directamente ser víctimas de ETA pero sí que hemos vivido esa situación de tensión sorda, era muy complicado si decías “buenos días” o “egun on” ya te estaban calificando políticamente”.

El humor de Vaya Semanita, por ejemplo, fue liberador para la vida cotidiana del País Vasco. En cuanto a la utilidad de la ficción que le ve Cobeaga a este tipo de temas todavía no lo tiene muy claro. “Hay unas ganas muy bestias de olvidar para seguir adelante, pero por otro lado hay unos temas soterrados”. Lo que sí asegura es que tiene un proyecto que se va a poner en marcha, “no creo que sea como Negociador que estábamos hablando de esa tragicomedia, sino un espíritu más cercano al de Vaya Semanita de la sátira”.