¿Qué se puede hacer con este partido corrupto?

Estamos aquí hablando y Esperanza Aguirre todavía no ha pedido perdón. Como en los diez famosos negritos, sus peones de brega y chicos para todo han ido cayendo uno tras otro, acusados, entre muchas cosas más, de graves delitos de corrupción o, para que todos nos entendamos, por ser unos chorizos. Presuntos chorizos, puntualicemos.

Alcaldes, consejeros, cargos de confianza y hasta sus más íntimos colaboradores, como Granados y ahora González campaban por sus respetos sin que su jefa, que los encumbró, los amparó y les mantuvo todas sus ricas prebendas a pesar de las mil denuncias en su contra, tomara medida alguna. ¿Y qué hizo ante tantas evidencias Rajoy, el testigo que nunca se entera de nada?

Es el PP un partido corrompido de principio a fin, como ya han confirmado la policía, la fiscalía y los jueces. Es muy difícil justificar el apoyo a un gobierno como éste. ¿La estabilidad de qué? ¿De la corrupción, del robo, del dinero negro? Por cierto, ¿tienen ustedes interés en conocer la opinión de este Ojo sobre Francisco Marhuenda, ex responsable del gabinete durante muchos años de Mariano Rajoy, y sus actuales jefes de La Razón, ese obediente altavoz del PP que nadie lee pero que recibió centenares de miles de euros de manos de Ignacio González, acusados de obstrucción a la justicia y prácticas mafiosas?

La sabrán. Algún día.