¿Premio a destiempo?

Madrid

La Unión Europea ha merecido el Premio Princesa de Asturias de la Concordia. El universo de los premios es complejo. Algunas organizaciones se premian a sí mismas con la elección del galardonado. Unos premios son irreprochables, otros discutibles, algunos se conceden para animar... Y quizás esto es lo que busque la Fundación Princesa de Asturias este año en el que se cumplen 60 años del Tratado de Roma, un acuerdo que, sobre las cenizas provocadas por nazismo, alumbró un espacio político supranacional de paz y democracia que por sí mismo merecería cualquier premio.

Pero este no llega en su mejor momento. La errática gestión de la crisis económica ha mostrado una Europa más eficaz en rescatar bancos que personas. Y la penosa gestión de la crisis de refugiados ha evidenciado costurones en materia de solidaridad y derechos humanos, valores que precisamente reconoce este premio pero que la Unión Europea ha subcontratado a las ONG o a países de dudoso pedigrí como Turquía, mientras sus estados no han acogido aún a más del 80% de los refugiados que comprometieron hace dos años. Así que entre los premios raros incluiremos este, concedido a destiempo y del que la UE, esperemos, deberá hacerse merecedora a partir de este miércoles.