Rojo a Bárcenas

Madrid

Rojo, a la afectación gansteril que mostró Bárcenas en su comparecencia ante la comisión parlamentaria sobre la financiación de su partido. Pero más rojo, si cabe, a la sumisión con la que los representantes del PP escucharon los silencios y las necedades de su extesorero. Metáfora todo ello de un mundo roto en el que los malos se jactan de su indignidad ante una ciudadanía inerme y afligida.

Ámbar, por el asombro admirativo que produjo, al hecho de que el Rey llamara dictadura a la dictadura. Felipe VI nos recordó a aquel niño del relato de Andersen que se atrevió a decir que el Rey iba desnudo. Aquí, los desnudos eran los asombrados. El cuento al revés.

Verde, a los Pujol, que buscan a una persona capaz de contar a los contribuyentes su versión de lo sucedido en un sector con mucho paro: el de los autores de novela fantástica.