¿Sin conservantes? Los trucos de la industria alimentaria para esconderlos

Madrid

José Miguel Mulet, licenciado en Química y doctor en Bioquímica y Biología molecular por la Universidad de Valencia, es uno de los colaboradores habituales de SER Consumidor y dentro de su sección, “La Etiqueta”, el pasado domingo analizó los “trucos” de la industria alimentaria con los productos “sin conservantes”.

“El uso de esta etiqueta es atractiva pero hay que recordar que se usan los conservantes porque los alimentos son perecederos y si no fuera por ellos se tiraría más comida”, apuntó el doctor en Bioquímica. Pero, ¿por qué esta etiqueta es atractiva?. Según Mulet, cuando el consumidor lee estas palabras cree que está ante un alimento “mejor y más natural”.

Pero detrás del “sin conservantes” hay trampa. Habló de la carne, donde se emplea el nitrito que sirve para “mantener el color rojo de la carne y, además, es muy tóxico para bacterias y hongos”. La pregunta entonces es: ¿Dónde está la trampa? “Si los oyentes se fijan… ¿cuántos productos cárnicos han visto que contienen apio y espinacas? Muchos, porque estos dos vegetales de forma natural acumulan nitritos”, respondió Mulet. De este modo, aunque no aparece el conservante nitrito, sí que contiene dos ingredientes que poseen nitritos por naturaleza.

Otro ejemplo es el del pan de molde. “El pan de molde normalmente tiene la letra ‘E’ en la etiqueta, lo que significa que los aditivos que posee están autorizados por la ley alimentaria europea”, explicó el bioquímico. Para poneros en situación nos habló de una marca concreta, cuya versión natural de este pan “no contiene esa ‘E’ pero este pan más natural contiene igualmente dos microbios usados en la fermentación  que producen ácido propiónico y ácido láctico”. Casualmente esos dos ácidos son los que contiene el pan con la etiqueta que tiene en la etiqueta la letra ‘E’.

Es decir, aparentemente no llevan conservantes, pero si los llevan. Escondidos, eso sí.

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