Nueva fase

Ayer a esta hora les decía que en función de la respuesta de Puigdemont podíamos entrar en una fase nueva y en ella estamos. Tan nueva que lleva el número de un articulo de la Constitución nunca antes aplicado ni en España ni en Alemania, que es el país del que se copió el redactado de ese articulo que contempla qué hacer cuándo una parte del Estado se pone al margen de la Constitución. Nadie está entusiasmado con su aplicación porque en el fondo certifica un enorme fracaso político. Pero muchos reclaman también que se acabe con el limbo jurídico, el caos político y la sangría económica de estas semanas.

Nunca antes se había aplicado y la redacción del artículo es muy genérica. El 155 será por tanto lo que quiera el gobierno que sea y apruebe el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta. Aunque cuenta con el respaldo de Ciudadanos, es con el PSOE con el ha negociado hasta últimísima hora el paquete de medidas que mañana aprobará un Consejo de Ministros extraordinario.

Será una tramitación lenta, de una semana como mínimo, y los socialistas no se cansan de repetir que hasta que el Senado lo apruebe definitivamente, hay tiempo de frenarlo. Que si Puigdemont quiere lo puede evitar no declarando independencia y convocando elecciones.

Ya estamos donde nunca creímos que íbamos a estar. El choque de trenes era esto. Sólo hay que esperar que no se comentan nuevos errores y se piense en el día después, en el diálogo político que tarde o temprano habrá que emprender.