Curtis Harding, rompiendo las barreras de la música soul
La segunda entrega del músico estadounidense, ‘Face your fears’, contiene algunas de las canciones más excitantes del año
Madrid
El año pasado por estas fechas seguía emocionado con Love and Hate, el segundo álbum del británico Michael Kiwanuka. Aquel disco llevaba a la música soul directa al siglo XXI de la mano de una producción tan atrevida como elegante.
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En aquel fabuloso disco, Kiwanuka dejaba de sonar como sus héroes de los años sesenta y se adentraba en un nuevo terreno. En ello tuvo mucho que ver el productor Danger Mouse, que actualizó el género de una manera brillante pero manteniendo la esencia cálida de la música soul.
Lo más parecido que he escuchado este año a aquel disco rompedor es el segundo álbum de Curtis Harding, que cuenta con la firma y el sello de Danger Mouse en Wednesday morning atonement, el brutal comienzo de Face your Fears, un álbum que sigue esa senda con notables aciertos aunque con excesivos fallos.
Aunque Soul Power, el notable debut de Harding, no era un disco excesivamente clasicista, en esta entrega el estadounidense se deja llevar a nuevos sonidos de la mano del productor Sam Cohen, músico joven y curtido, que introduce orquestas, psicodélica y toques pop en un álbum que tiene varios temas enormes y un prometedor comienzo, pero que va perdiendo el pulso en la segunda mitad con canciones que sientes que ya has escuchado y que no te gustaron en su día. No llega Harding a firmar el disco redondo que consiguió Kiwanuka pero sí consigue adentrarse en ese terreno con importantes aciertos como la adictiva On an on, uno de los temas del año, la canalla Till the end o la sensacional Need your love. Estas tres joyas, junto la que abre el disco, son la artillería pesada de este nuevo paso en la carrera de un Curtis Harding, que firma cuatro canciones enormes pero que se desinfla al final de un disco que merece mucho la pena.