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La mirada de Soledad Gallego-Díaz

¿Una jornada tranquila?

Nada garantiza que las cosas se desarrollen con esa calma si los independentistas se empeñan en que se acepte el voto delegado, tanto de los tres diputados que están en prisión como de los cinco que se encuentran en Bruselas

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La jornada de hoy en el Parlamento catalán no tendría por qué ser especialmente confusa. Fundamentalmente porque si los ocho diputados del grupo Comú-Podem votan en blanco, como han anunciado, los grupos independentistas tendrían, en segunda vuelta, suficientes votos para elegir al presidente de la Cámara y a cuatro de los siete miembros de la Mesa. Nada garantiza, sin embargo, que las cosas se desarrollen con esa calma si los independentistas se empeñan en que se acepte el voto delegado, tanto de los tres diputados que están en prisión como de los cinco que se encuentran en Bruselas. Es verdad que el reglamento del parlamento catalán dice que el voto se podrá delegar en caso de “incapacidad prolongada” y que una interpretación un poco laxa puede incluir en esa definición el hecho de estar en la cárcel. Lo que sería ya muy difícil de interpretar es que los cinco diputados que están en Bruselas sufren alguna incapacidad. En realidad, y por mucho que ellos mismos se consideren exiliados, su ausencia entraría más bien el apartado “Está de viaje”, que no permite delegar nada.

Es decir, que si nadie se empeña en torcer el reglamento, y los ocho que no pueden votar no votan, la sesión puede terminar con una segunda tanda en la que se elija como presidente del Parlament al diputado Roger Torrent, de Esquerra Republicana de Cataluña. El señor Torrent es un caso de vocación política temprana: tiene 38 años y lleva ya tres legislaturas en el Parlament.

Otra cosa es el asunto de la investidura del nuevo president o presidenta de la Generalitat. Para detener a un diputado del parlamento catalán no hace falta suplicatorio, sino una orden del Supremo, porque están aforados pero no tienen el mismo régimen que los miembros del Congreso de los Diputados. Es decir, que si regresa a España Carles Puigdemont puede ser detenido. Y si no regresa, según los letrados del Parlament no puede ser votado.

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Soledad Gallego-Díaz

Soledad Gallego-Díaz

Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...

 
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