Felipe II encierra a su hijo
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Getty Images
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Madrid
Pero es que al niño había que aguantarlo. Estaba claro que el príncipe Don Carlos no tenía cabeza para reinar, quizás por culpa de una genética desquiciada producto de la endogamia, añadida a una educación pésima. Su madre, prima carnal y primera de las cuatro esposas de Felipe II, murió a los cuatro días del parto, y el padre estaba más atento a sus gobiernos que a su vástago.