¿Legalizamos las drogas?

Madrid

El Ayuntamiento de Zaragoza ha publicado una guía que defiende la legalización de las drogas, considera que algunos populares medicamentos lo son y ofrece consejos y recomendaciones sobre su correcto consumo. Los promotores dicen que es mera información, los detractores hablan de incitación. Cada vez que surge una iniciativa semejante se reaviva el eterno debate sobre la legalización de las drogas y sobre si esta debería extenderse a todo tipo de productos.

En lo que se refiere a las drogas blandas, la discusión tiene tintes hipócritas en países como el nuestro en el que el alcohol y el tabaco, cuyo consumo entraña costes personales y sociales, están al alcance de todos. La legalización total tiene perfiles más espinosos. Seguramente inquieta pensar en drogomercados en donde se dispensen porros, pastillas o papelinas de coca o heroína. Pero es evidente que su inexistencia no ha frenado ni la producción ni el tráfico ni el consumo, sólo los ha derivado en beneficio de redes criminales que son las más beneficiadas por la prohibición. Una realidad que requeriría, al margen de las decisiones que se tomen, huir de espasmódicas polémicas y abrir un debate serio y profundo sobre la posible legalización y sus límites.