La noche que Iturralde le dejó el coche a Villar y acabó sancionado
La anécdota en la que Itu cubrió y ayudó a todos, pero acabó siendo el mayor damnificado
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Nuestro ‘Itu’, Eduardo Iturralde, ha pasado por El Larguero como cada viernes para contar otra de sus anécdotas en sus más de 30 años como árbitro colegiado.
Villar e Iturralde se saludan sonrientes, en 2004
En esta ocasión, Iturralde tenía partido el fin de semana en Soria. Para contextualizar, ha contado que “los árbitros deben cenar la noche previa al partido en la ciudad donde se juega”.
“El jueves previo al partido, me llama un asistente y me dice que juegan el Athletic y el Madrid y que le gustaría ir a verlo. El partido era a las 20:00 y me dice ‘salgo un poco antes y llegamos a las 24:00’. Se me puso a llorar, la confianza da asco y le dije que vale”, introduce Itu.
“Estaba con el cuarto árbitro esperándole y no llegaba. El partido iba empate". En ese momento, Iturralde le llamó y el asistente le dijo: “Cómo me voy a ir ahora tal y como está el partido”, por lo que Itu decidió marcharse con el cuarto árbitro y que el otro asistente fuese por su cuenta.
“Ya en el trayecto, me meto para una gasolinera. A mano derecha hay unos garajes, eran las diez, diez y cuarto de la noche, todo oscuro y veo un tío que va bajando por el camino solo. Paso al lado de él y digo ‘no me jodas’. Paso al lado de él y le digo al cuarto árbitro ‘¿has visto quien era?’ Era Villar. Era Ángel María Villar, que iba a ver si los garajes estaban abiertos”, asegura Itu. Villar había echado diésel en vez de gasolina, por lo que su coche quedó inmovilizado.
Hablando Iturralde y Villar, éste le preguntó por el otro asistente, ya que ya sabía que Rafa Guerrero -el primer asistente- ya estaba en Soria. Iturralde, para cubrirle, le dijo a Villar: “Esperándole, hemos quedado aquí y ahora vamos todos juntos”. Como Villar necesitaba estar en Elche al día siguiente, Itu le ofreció su coche, por lo que se fueron juntos a Soria en el del asistente y Villar se llevó el de Iturralde.
“Al lunes, llamada de Victoriano -Sánchez Arminio, presidente de los árbitros- y me dice, ‘¿a qué hora llegó usted al hotel?” Por llegar tan tarde, Iturralde fue sancionado un partido sin pitar.
“O sea, le salvo el culo primero al asistente, luego al gran jefe de todo y me sancionan a mí”, ha concluido Itu.
