¿Debe ser castigado Guardiola por el lazo amarillo?

Madrid

El pasado viernes la Federación Inglesa de Fútbol abrió expediente a Pep Guardiola por lucir el lazo amarillo, algo que incumple la norma que prohíbe exhibir mensajes políticos en la ropa. Un lazo que el técnico lleva desde hace cuatro meses, incluso ayer en la final de la Copa en Wembley. La Federación Inglesa va más allá que la española, que sólo sanciona a los jugadores que portan mensajes bajo la camiseta oficial, aunque sea un inocente “te quiero, Rita”, e incluso que la UEFA, que prevé sanciones cuando esos mensajes de naturaleza política, ideológica o religiosa son “provocativos”.

Sin embargo la FIFA es más estricta y, de hecho, sancionó en 2016 a la propia Federación Inglesa cuando sus jugadores lucieron una amapola en recuerdo a los soldados muertos en la primera Guerra Mundial por considerarlo un gesto político. Así que nuestra polémica está llena de dudas. Porque es difícil ver provocación en lucir un lazo como el de Guardiola, porque es incomprensible que un deporte con normas tan estrictas no tenga criterios unificados en la materia y porque, en general, rezuma cierta hipocresía que el fútbol mire con lupa un lazo y cierre los ojos ante la indefendible situación política de países que compiten, patrocinan u organizan Mundiales.