El 'nuevo' Frente Nacional

La transformación iniciada por Marine Le Pen al cambiar de nombre al Frente Nacional y romper con la tutela patriarcal de su padre supone abandonar el negocio familiar que durante años fue el partido de extrema derecha y convertirlo en una empresa nacional de derecha alternativa. El nuevo nombre: Rassemblement National -Agrupación Nacional, en español-, incorpora una terminología muy querida al gaullismo y busca, por tanto, a esa derecha heredera del General De Gaulle al que la familia Le Pen despreciaba por haber facilitado la independencia de Argelia. Ahora, necesita crecer en el caladero de votos de Los Republicanos del expresidente Sarkozy, desorientados tras haber perdido las presidenciales a manos de Emmanuel Macron.

La defensa de la civilización amenazada por la globalización, las olas migratorias y el avance del islamismo conecta al nuevo Frente Nacional con la derecha alternativa que triunfa en Estados Unidos con Donald Trump y que ha venido a pregonar su ideólogo, Steve Bannon. Muñidor de una Internacional que huele por su xenofobia, racismo y proteccionismo al fascismo que hace un siglo asoló Europa.