Eligen el poder frente a la libertad de la gente

Madrid

Cuando más se habla en España sobre la libertad de expresión por las condenas a tuiteros, a raperos y más, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo le da un severo toque a España, quitándole la razón a sus tribunales, y explicándole que quemar fotos del rey no es un delito sino una forma de libertad de expresión política.

Y hay algunas frases de la sentencia que son especialmente interesantes, como la que dice que la libertad de expresión se extiende a informaciones o ideas que chocan o que son molestas y, añade, que estas forman parte de la tolerancia, la pluralidad o la amplitud de miras sin las cuales no puede haber una sociedad democrática.

Esto dice el Tribunal de Estrasburgo mientras que en España, los tribunales, incluso el más alto, el Constitucional, piensan que lo que hay que proteger son a las instituciones de las críticas de la gente, en lugar de proteger las libertades de la gente.

Y las instituciones, o el poder, quieren seguir viéndose protegidos, porque a pesar de que esta mañana hemos conocido la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos, el PP, el PSOE y Ciudadanos no han tenido ningún pudor a la hora de votar en contra de la derogación de los artículos del Código Penal que castigan con penas de cárcel el delito de injurias o calumnias a los miembros de la Familia Real, a España o a sus símbolos.

Pues tras la sentencia de hoy, muchos tendrán que coger el camino de Estrasburgo.