Aquel maravilloso plano secuencia

Madrid

La cámara enfoca unas manos que manipulan un artefacto explosivo. Luego, sin cortar en ningún momento el plano, va siguiendo a distintos personajes. Una pareja andando y riendo. El hombre que coloca la bomba en el maletero del coche. La pareja que sube al auto, arranca y circula lentamente por las calles… Estamos en una pequeña población fronteriza entre Méjico y Estados Unidos. El coche llega al puesto de control y el conductor habla con el agente de aduanas. Vemos también a otra pareja que cruza caminando la frontera. Son Charlton Heston y Janet Leigh. La bomba estalla y se desata el caos.

Se trata de una de las escenas más magistrales de la historia del cine. Un largo plano secuencia de más de tres minutos de duración con el que comienza la película. La cámara se sitúa en una grúa móvil. Comienza filmando a la altura del pecho del hombre que prepara la bomba, luego se aleja, se acerca, pasa por encima de los tejados, vuelve al nivel de la calle siguiendo a los personajes, todo ello en medio de una sugerente mezcla de luces y sombras. Es un alarde de virtuosismo digno de uno de los mayores genios que ha dado el cine: Orson Welles. En su biografía, Charlton Heston calificó esta escena como la toma más formidable que jamás había visto.

“Sed de mal” fue una película adelantada a su tiempo. No solo por su virtuosismo cinematográfico sino por abordar temas poco habituales hasta entonces como la corrupción policial o el tráfico de drogas. La modernidad que destila esta película de 1958 convierte en antiguallas muchos planteamientos narrativos y estilísticos del cine actual. Algo que solo estaba al alcance de un genio como Orson Welles. En este reportaje os contamos todo sobre esta obra maestra del cine.